La Guardia Urbana ha sancionado y obligado a cerrar el restaurante Mordisco, que se negaba a seguir las restricciones de la Generalitat que obligan al cierre de los locales de restauración por la expansión de la Covid-19. Según ha adelantado Betevé, el cuerpo policial ha hecho una inspección en el restaurante del Eixample, han puesto una sanción ante el incumplimiento de las nuevas restricciones y lo han obligado a cerrar.

Esta mañana, su propietaria, Rosa Esteva, anunciaba públicamente que se negaba a cerrar el establecimiento situado al pasaje de la Concepción, entre la rambla de Catalunya y el paseo de Gracia. Según argumentaba y ha explicado este sábado en una entrevista a RAC1, su empresa ha comprado una máquina con un filtro anticontagios verificada de más 30.000 euros que asegura que son un lugar "más seguro que el avión, los supermercados o el transporte público".

Esteva estaba convencida que su establecimiento es un lugar seguro y libro de contagios y por eso lo quería mantener abierto. "Hace 34 años que abrimos el primero Mordisco y siempre hemos pensado en el bienestar de nuestros clientes. Os esperamos", han publicado en las redes.

Sin embargo, era consciente de las consecuencias"Si me obligan a cerrar, cerraré, pero definitivamente. Y tendré que echar todos los trabajadores", ha lamentado. Esteva ha criticado las nuevas restricciones de Salud porque, a su entender, ponen en riesgo la supervivencia de muchos hostaleros y del sector.