Una parte de nosotros, la más animal, sigue desarrollando una serie de comportamientos que se replican en la naturaleza, como es el de establecer una serie de acciones que determinan el rango en la jerarquía social. En el mundo animal podemos encontrar diversos ejemplos: los pavos reales que exhiben plumas de colores más brillantes ejercen más dominio, al igual que los peces bajo el agua muestran estallidos de colores brillantes. A pesar de los vínculos identificados entre el estatus social, la fisiología y el comportamiento, la base molecular del estatus social no se ha conocido hasta el momento.

Ahora, una nueva investigación, publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences y desarrollada por expertos de la Universidad de Houston, ha descubierto dos genes de receptores de andrógenos parálogos que controlan el estatus social en los peces cíclidos africanos. Los parálogos son genes duplicados; los andrógenos son hormonas como la testosterona necesarias para el desarrollo sexual masculino.

Peces de coloresEl estudio ha descubierto dos genes de receptores de andrógenos parálogos que controlan el estatus social en los peces cíclidos africanos

“La testosterona se une a los receptores de andrógenos para ejercer sus efectos. Lo que encontramos mediante la edición del genoma es que los dos genes que codifican estos receptores son necesarios para diferentes aspectos del estatus social”, afirman los expertos. “Este tipo de coordinación del estatus social puede ser fundamental en todas las especies que dependen de la información social para guiar de manera óptima la fisiología y el comportamiento”.

Para la investigación se utilizó la edición de genes CRISPR/Cas9, a menudo referida como tijeras genéticas. Los desarrolladores del método CRISPR ganaron recientemente el Premio Nobel de Química por su invención. La técnica permitió probar qué regula los cambios fisiológicos y de comportamiento. Descubrieron que los dos parámetros del receptor de andrógenos (AR), AR alfa y AR beta que existen en los peces cíclidos, regulan los rasgos que determinan su supervivencia y oportunidades de apareamiento.

El AR controla la coloración, una función clave porque las hembras prefieren aparearse con aquellos que son de colores brillantes, y también controla el comportamiento, que puede cambiar rápidamente debido a señales sociales y también determina el éxito del apareamiento.

MujeresEl estatus social funciona tanto en los animales como en las personas

Esta regulación independiente de los cambios de color y comportamientos por parte de dos receptores sugiere que existen mecanismos independientes en el cerebro, y eso permite al equipo de Houston estudiarlos de forma aislada.

“El hecho de que sean independientes implica que así es como el estatus social flexible podría ser regulado por mecanismos independientes similares en otras especies, incluidas las personas”, aseguran.