Francia es uno de los países europeos que ha impuesto unas restricciones más fuertes para controlar la pandemia en esta quinta ola. Primero, implementó el uso del pasaporte sanitario (vacuna, test negativo o documento que acredite haber pasado la enfermedad) para hacer todo tipo de actividades, también ir a un bar. Una medida que no ha gustado nada a la población, que cada semana se manifiesta en contra. Ahora, ha anunciado que los sanitarios que no estén vacunados el miércoles 15 de septiembre serán sancionados.

El primer ministro del país, Jean Castex, justificó ayer esta decisión por el aumento de contagios en las residencias del país. Concretamente, puso el ejemplo de un geriátrico en el que los usuarios fueron contagiados por el personal encargado de cuidarlos: "Nadie lo puede entender", añadió. Castex explicó la medida durante una entrevista a la emisora francesa RTL, asegurando que a pesar de las críticas de la población, el gobierno "no retrocederá" en la lucha contra la pandemia.

83% de vacunados

El presidente Macron anunció la obligatoriedad de la inyección a mediados de julio. Entonces, Macron avisó que si bien a la población general no se le exigiría, el personal sanitario sí que estaría obligado a vacunarse. Y fijó una fecha límite: el 15 de septiembre. Concretamente, esta medida afecta al personal de enfermería y no de enfermería de hospitales, clínicas, residencias para jubilados, establecimientos para personas con discapacidad, así como profesionales o voluntarios que trabajen en contacto con personas mayores o frágiles, también en casa.

Según informó ayer Castex, esta medida ha acelerado el ritmo de la inmunización, superando el 83% de sanitarios vacunados. De esta manera, según su criterio, su "táctica" ha provocado los efectos deseados. La vacunación general, sin embargo, va mucho más retrasada. Solo un 53% tiene la pauta completa y un 64% la primera dosis.

Tercera dosis

Por otra parte, el primer ministro ha indicado que la tercera dosis que se ha aprobado para mayores de 65 años y para personas con enfermedades de riesgo se empezará a administrar en las residencias a partir de la semana del 13 de septiembre. Así, el país ignora las recomendaciones de la OMS y de la EMA, que esta semana ha confesado no tener clara la necesidad de un recordatorio. En España, en cambio, la ministra Carolina Darias de momento se ha limitado a decir que el Estado está preparado para el momento en que esta se apruebe.

Otros países

Francia no es el único país que ha obligado a una parte concreta de la población a vacunarse. En España esta obligación se ha considerado innecesaria, ya que no hay tantos antivacunas como en otras regiones del mundo y la vacunación avanza a buen ritmo.

Italia, por ejemplo, exige la inyección a sanitarios y farmacéuticos desde principios de abril. Si se niegan, pueden ser destituidos de sus funciones y ser suspendidos de sueldo. Esta obligatoriedad estará en vigor hasta el 31 de diciembre, con el objetivo de "proteger la salud pública". En Grecia están obligados desde julio todos los trabajadores de residencias y, como en Francia, a partir de septiembre también los sanitarios. Además, se han creado establecimientos, como bares o cines, solo para vacunados.

Por otra parte, el Reino Unido también se prepara para forzar la inyección al personal de los geriátricos a partir de octubre.

En la imagen principal, un hombre muestra una pancarta contra la vacuna en una manifestación contra el pasaporte sanitario / Efe