Un ensayo realizado por hepatólogos del Hospital Clínic-Idibaps de Barcelona ha demostrado que añadir el fármaco simvastatina, usado para reducir el colesterol, a la terapia que siguen los pacientes con cirrosis alarga su supervivencia cuando la enfermedad ha progresado poco.

La investigación, que publica la revista Gastroenterology, ha sido liderada por el jefe del equipo de investigación Hemodinámica Hepática e Hipertensión Portal del IDIBAPS Jaume Bosch, los doctores Juan Carlos García-Pagán y Juan González-Abraldes, del mismo grupo de investigación y Fernando Torres, director de la plataforma Estadística médica del IDIBAPS.

La cirrosis hepática es una enfermedad que destruye la estructura vascular y de los tejidos del hígado y se estima que en Europa y en Estados Unidos hay 250 casos anuales por cada 100.000 personas. En el Estado, entre el 1 y el 2% de la población la sufren, y es más frecuente entre los hombres de más de 50 años.

Sólo ayuda al principio de la enfermedad

Con todo, los efectos positivos sólo se manifiestan en los inicios de la enfermedad, ya que según ha explicado el doctor Bosch, "el efecto beneficioso de la simvastatina es difícil que se manifieste en estadios muy adelantados de la cirrosis".

¿"Por qué la simvastatina contribuye a la mejora del pronóstico de los pacientes cirróticos? Eso se debe a la capacidad de reducir significativamente la mortalidad ligada a la recidiva hemorrágica y a infecciones", ha señalado al hepatólogo. El estudio ha mostrado que, aunque el fármaco no puede prevenir hemorragias ni infecciones, sí puede atenuar sus efectos perjudiciales en el curso de la enfermedad.

"Nuestro grupo de investigación había comprobado que las estatinas, la clase de fármacos a los que pertenece la simvastatina, tenían un papel importantísimo para prevenir las lesiones por isquemia-reperfusión", ha aclarado Bosch. Es decir, este medicamento puede disminuir el sufrimiento celular del hígado cuando se disminuye y restablece el riego sanguíneo.

"Además -según Bosch- habíamos investigado en el hígado que las estatinas también protegían en el choque séptico, ya que previenen o atenúan el daño del endotelio hepático. El camino que ha llevado a la demostración de los efectos positivos de la simvastatina se inició a partir de la investigación básica, llevada a cabo exclusivamente con financiación pública, en el laboratorio Hemodinámica Hepática del Idibaps.