Investigadores de todo el mundo siguen realizando estudios para analizar el comportamiento del SARS-CoV-2, el virus que ha causado la crisis sanitaria más importante de los últimos años y sobre el que aún existen muchas incertidumbres. Un equipo de expertos de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego y el Instituto Infantil Rady de Medicina Genómica han producido un modelo de células madre que muestra una ruta potencial de entrada del SARS-CoV-2 en el cerebro humano.

El estudio ha sido publicado en la revista Nature y según su autor principal, Joseph Gleeson, profesor de neurociencia de Rady en la Facultad de Medicina de UC San Diego y director de investigación de neurociencia en el Rady Children's Institute para Medicina Genómica, las observaciones clínicas y epidemiológicas sugieren que el cerebro puede verse involucrado en la infección por SARS-CoV-2.

“La perspectiva de daño cerebral inducido por Covid-19 se ha convertido en una preocupación principal en los casos de Covid prolongado, pero las neuronas humanas en cultivo no son susceptibles a la infección. Publicaciones anteriores sugieren que las células que producen el líquido cefalorraquídeo podrían infectarse con el SARS-CoV-2, pero otras rutas de entrada parecían probables”.

Gleeson y sus colegas, que incluían tanto a neurocientíficos como a especialistas en enfermedades infecciosas, confirmaron que las células nerviosas humanas son resistentes a la infección por SARS-CoV-2. Sin embargo, estudios recientes insinuaron que otros tipos de células cerebrales podrían servir como un caballo de Troya.

Coronavirus

Los pericitos son células especializadas que envuelven los vasos sanguíneos y transportan el receptor SARS-CoV2. Los investigadores introdujeron pericitos en cultivos de células neurales tridimensionales (organoides cerebrales) para crear "ensambloides", un modelo de células madre más sofisticado del cuerpo humano. Estos ensambloides contenían muchos tipos de células cerebrales además de pericitos, y mostraban una fuerte infección por SARS-CoV-2.

El coronavirus pudo infectar los pericitos, que sirvieron como fábricas localizadas para la producción de SARS-CoV-2. Estos SARS-CoV-2 producidos localmente podrían luego extenderse a otros tipos de células, lo que provocaría daños generalizados. Con este sistema de modelo mejorado, encontraron que las células de soporte conocidas como astrocitos eran el objetivo principal de esta infección secundaria.

Los resultados, dijo Gleeson, indican que una ruta potencial del SARS-CoV-2 al cerebro es a través de los vasos sanguíneos, donde el SARS-CoV-2 puede infectar a los pericitos, y luego el SARS-CoV-2 puede extenderse a otros tipos de células del cerebro.

“Alternativamente, los pericitos infectados podrían provocar inflamación de los vasos sanguíneos, seguida de coagulación, accidente cerebrovascular o hemorragias, complicaciones que se observan en muchos pacientes con SARS-CoV-2 que son hospitalizados en unidades de cuidados intensivos”.

Los investigadores ahora planean enfocarse en desarrollar ensambloides mejorados que contengan no solo pericitos, sino también vasos sanguíneos capaces de bombear sangre para modelar mejor el cerebro humano intacto. A través de estos modelos, dijo Gleeson, podría surgir una mayor comprensión de las enfermedades infecciosas y otras enfermedades del cerebro humano.