El tétanos y la difteria son dos infecciones bacterianas que pueden causar la muerte si cualquiera de las dos enfermedades es contraída por un niño o un adulto. A pesar de que no son infecciones que abunden en el mundo occidental hoy en día, un viaje a un país exótico o una mala praxis, en un momento determinado, podría poner en peligro la vida de una persona que se exponga a alguna de las dos.

Ahora, un nuevo estudio científico ha revelado que los adultos no necesitan una vacuna de recuerdo contra el tétanos o la difteria si ya recibieron las correspondientes vacunas cuando eran niños. La investigación, publicada en la revista Clinical Infectious Diseases, viene a refrendar la validez de a una directriz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que dice que los adultos solo deberían recibir vacunas de rutina contra el tétanos y la difteria si no tienen su serie completa de vacunas infantiles.

Jeringuilla

Pese a todo, todavía hoy en día, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, recomiendan que todos los adultos se reciban inyecciones de refuerzo cada 10 años.

El estudio

 

Un equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregon, comparó datos de millones de personas de 31 países de Norteamérica del y Europa entre los años 2001 y 2016. Cuando examinaron las tasas de enfermedad entre los adultos que vivían en países que recomendaban las vacunas del refuerzo y en los que no, los investigadores no encontraron una diferencia significativa.

En todo caso, los investigadores han querido dejar bien claro un aspecto muy sensible hoy en día, y así, en un comunicado que han emitido, afirman que el estudio que han llevado a cabo es un trabajo que se ha llevado a cabo desde el punto de vista sanitario a favor de las vacunas.

Pinchazo

Anteriormente, otros estudios han indicado que la inmunidad contra el tétanos y la difteria podría durar mucho tiempo, pero esta investigación es la primera en revelar que los niveles de inmunidad proporcionados al completar la serie de vacunación infantil se traducirán en protección de por vida en ausencia de vacunación de refuerzo repetida para adultos. Un hecho que, por un lado, conlleva que los adultos puedan dejar de preocuparse sobre estas dos peligrosas enfermedades si en su día se cumplió el calendario de vacunación con ellos, y, por otro, un considerable ahorro económico en fármacos.

A pesar de que la conclusión a la que han llegado los investigadores norteamericanos se acaba de hacer pública, en Europa ya son diez los países que no vacunan a los adultos que hayan recibido las correspondientes vacunas siendo niños. Entre estos países se encuentra, España, el Reino Unido, Irlanda, Polonia e Islandia.