Las vacunas contra la Covid-19 han sido uno de los grandes hitos de la ciencia desde que comenzó la pandemia del coronavirus. Durante estos meses, además de los grandes avances que se han realizado para tenerlas a tiempo y en cantidades suficientes, se siguen discutiendo otros aspectos para hacerlas más efectivas.

Ahora, un equipo de la Universidad de Alabama, ha asegurado que existen muchas razones por las que una vacuna intranasal sería útil en la lucha contra la infección, tal y como aseguran sus autores, Fran Lund y Troy Randall en un artículo que lleva por título Scent of a vaccine (Aroma de una vacuna) en la revista Science.

Esa vía de vacunación brinda dos capas adicionales de protección sobre las inyecciones intramusculares porque produce: 1) inmunoglobulina A y células B y T de memoria residentes en la mucosa respiratoria que son una barrera eficaz contra la infección en esos sitios, y 2) residente de reacción cruzada células B y T de memoria que pueden responder antes que otras células inmunitarias si una variante viral inicia una infección.

“Dado el tropismo respiratorio del virus, parece sorprendente que solo siete de las casi 100 vacunas contra el SARS-CoV-2 que se encuentran actualmente en ensayos clínicos se administren por vía intranasal”, aseguran Lund y Randall. “Las ventajas de las vacunas intranasales incluyen la administración sin aguja, el suministro de antígeno al sitio de la infección y la activación de la inmunidad de la mucosa en el tracto respiratorio”.

El artículo continúa detallando las ventajas y desafíos individuales de cada uno de los siete candidatos a vacunas intranasales. Seis son vectores virales, incluidos tres vectores de adenovirus diferentes, y un candidato cada uno para el virus de la gripe atenuado vivo, el virus sincitial respiratorio atenuado vivo y el SARS-CoV-2 atenuado vivo. La séptima vacuna candidata es una subunidad de proteína inerte.

Vacunación intranasal

Entre los inconvenientes del uso de virus que las personas pueden haber encontrado antes se encuentra la interferencia negativa de los anticuerpos anti-vector que perjudican la administración de la vacuna. Y debido al riesgo mínimo de reversión del virus SARS-CoV-2 vivo atenuado, probablemente estaría contraindicado para bebés, personas mayores de 49 años y personas inmunodeprimidas.

“En definitiva, el objetivo de la vacunación es provocar una inmunidad protectora de larga duración”, concluyeron los investigadores de la UAB. Al comparar los beneficios y las desventajas de la vacunación intranasal con las vacunas intramusculares, sugieren que quizás la vacunación eficaz no necesite limitarse a una única vía.

“La estrategia de vacunación ideal”, concluyeron los inmunólogos, “puede usar una vacuna intramuscular para provocar una respuesta de inmunoglobulina G sistémica de larga duración y un amplio repertorio de células B y T de memoria central, seguida de un refuerzo intranasal que recluta la memoria B y T células a los conductos nasales y guía aún más su diferenciación hacia la protección de la mucosa, incluida la secreción de inmunoglobulina A y las células de memoria residentes en el tejido en el tracto respiratorio”.