El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) puede tener un gran impacto en la vida diaria, tanto en la de los niños como la de los adultos. Se estima que lo sufre alrededor del 7-10% de la población, pero existe un infradiagnóstico al respecto.

Los que sí están diagnosticados, suelen combinar un tratamiento terapéutico con el uso de medicación, generalmente estimulantes, que son los que se han demostrado más eficaces para tratar los síntomas que produce este trastorno y que afectan a las funciones ejecutivas del cerebro –la autorregulación y el control del impulso, la capacidad de atención o la planificación y organización de las tareas–.

Una de las cuestiones que se preguntan los afectados es si pueden entrenar su cerebro para mejorar las consecuencias del TDAH en su vida. Los expertos coinciden en que puede ayudar, pero no reemplaza el tratamiento. El entrenamiento cerebral consiste en una variedad de ejercicios repetitivos y frecuentes que pueden llevarse a cabo mediante aplicaciones, programas informáticos, terapias físicas y ocupaciones o ejercicios mentales para mejorar la atención, el procesamiento visual, el neurofeedback, la resolución de problemas, la concentración y el control de los impulsos.

Este tipo de entrenamiento se basa en la llamada neuroplasticidad del cerebro, un concepto que hace referencia a que nuestros cerebros pueden formar nuevas conexiones con el tiempo y mejorar determinadas funciones cognitivas, como por ejemplo, adaptarse a aprender cosas nuevas, recuperarse de una lesión traumática como un accidente cerebrovascular o mejorar el control de impulsos y la toma de decisiones.

NeurofeedbackHay estudios al respecto. Por ejemplo, esta investigación realizada en Singapur con 172 niños de 6 a 12 años concluyó que un programa de entrenamiento informático basado en una interfaz que conecta la actividad cerebral con el ordenador, podría mejorar los síntomas del TDAH después de un mínimo de 24 sesiones. Eso sí, es importante destacar que los investigadores señalaron que este tipo de programa podría ser eficaz para casos más leves o como tratamiento complementario a otras terapias.

Este otro estudio llevado a cabo por expertos de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, también destaca el papel que pueden jugar determinados programas informáticos para entrenar el control inhibitorio o la capacidad de controlar los impulsos en los niños. No tuvo ningún efecto sobre la hiperactividad pero sí en el déficit de atención como tratamiento complementario.

En resumen, ciertos programas de entrenamiento digitales o basados ​​en neurofeedback pueden ayudar con los síntomas del TDAH, pero no deberían reemplazar otros tratamientos. Su efectividad también depende de que se lleven múltiples sesiones de entrenamiento consistentes a lo largo del tiempo.