El malatión es un pesticida de uso muy común. Se utiliza ampliamente para acabar con los insectos en la agricultura, en los productos almacenados, en jardines, en campos de golf e incluso para matar piojos en soluciones tópicas. Su uso está aprobado, pero ahora una nueva investigación viene a poner en entredicho que sea inocuo para la salud humana.

Un equipo de expertos de la Universidad de Queensland, en Australia, ha relacionado en una investigación su empleo con un mayor riesgo de sufrir la enfermedad renal crónica (ERC), una afección que daña los riñones de forma prolongada e impide que cumplan su función de filtración de la sangre de forma correcta, de tal modo que los deshechos se pueden almacenar en el organismo y causan otros problemas que pueden perjudicar la salud.

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron los vínculos entre la exposición a pesticidas y el riesgo de disfunción renal en 41.847 personas, utilizando datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de EE. UU. Según explica uno de los expertos que han participado en el estudio, el profesor Nicholas Osborne, se ha concluido que las personas expuestas a cantidades más altas del insecticida malatión, tenían un riesgo un 25 por ciento más alto de disfunción renal. “Casi una de cada 10 personas en países de altos ingresos muestra signos de enfermedad renal crónica, lo que supone un daño renal permanente y pérdida de la función renal”, explica.

Riñones

Generalmente, los factores de riesgo de desarrollar esta patología son el envejecimiento, la hipertensión y la diabetes. Pero desde hace tiempo, las cifras de afectados están aumentando sin causa conocida en determinados países. “Nuestra sospecha era que este aumento está asociado a lugares donde se desarrolla mucho  trabajo agrícolas, debido al estrés, la exposición al calor, la deshidratación, fumigación de pesticidas, metales pesados ​​y agroquímicos”, comenta Osborne. “A eso se une la contaminación ambiental, los residuos de pesticidas y las medicinas a base de hierbas que potencialmente contienen metales pesados, que parece que ​​también pueden estar contribuyendo a la ERC”.

Este estudio ha sido el primero en vincular científicamente el malatión con el riesgo de mala salud renal en humanos. “Los hallazgos sugieren que deberíamos limitar nuestra exposición a los pesticidas, incluso en dosis muy pequeñas, ya que la exposición crónica puede conducir a resultados negativos para la salud”, aseguran los expertos.

El equipo continuará investigando si otros pesticidas pueden estar involucrados. De hecho, se van a trasladas a países más afectados, como puede ser el caso de Sri Lanka, con el objetivo de medir la exposición a pesticidas por parte de las personas que trabajan en el campo, que al parecer son los más expuestos a este tipo de químico y los que presentan más riesgos. Más tarde se evaluará la exposición al resto de usuarios.