Es probable que no te haya ocurrido, o quizá sí. Pero lo cierto es que son muchos los que alrededor del mundo sufren sentimientos de pánico cuando se dan cuenta de que no llevan con ellos el móvil. Ahora, un nuevo estudio realizado en jóvenes portugueses ha revelado que estas sensaciones podrían estar relacionadas con sentimientos de insuficiencia e inferioridad.

Los resultados de la investigación han sido publicados en la revista Computers in Human Behavior Reports y jan revelado que el género no influye en si las personas se sienten ansiosas sin sus teléfonos. Pero las personas que se sienten así tienden a ser más ansiosas y obsesivo-compulsivas en su vida diaria que otras personas.

Móvil en el coche

El estudio se llevó a cabo por un equipo de científicos de la Universidad Estatal de Ohio, en los Estados Unidos y para ello crearon un cuestionario que evaluara la dependencia de las personas en sus smartphones. De esta manera podrían explorar la realidad de lo que se conoce como nomofobia, el miedo a estar lejos del móvil.

El estudio

Los investigadores entregaron ese cuestionario y otro que evaluaba síntomas psicopatológicos como ansiedad, obsesión-compulsión y sentimientos de insuficiencia a 495 adultos de 18 a 24 años en Portugal. Los voluntarios reconocieron que utilizaban sus teléfonos entre cuatro y siete horas al día, destinadas principalmente en aplicaciones de redes sociales.

Los autores del estudio encontraron que cuanto más usaban su smartphone los voluntarios cada día, más estrés reconocían sentir cuando estaban sin él. Un poco más de la mitad de los participantes del estudio eran mujeres, pero como ya se ha comentado, el estudio no encontró un vínculo entre el género y los sentimientos de nomofobia.

Asimismo también descubrieron que cuanto mayor era la puntuación de los participantes en el apartado de obsesión-compulsión, más temían estar sin su teléfono. La obsesión-compulsión se midió pidiendo a los participantes que calificaran cuánto sentían que tenían que comprobar y volver a comprobar lo que hacían y con otras preguntas de ese estilo.

Según los autores del estudio existe una diferencia entre el uso normal de un móvil, que produce beneficios evidentes en la vida de una persona, y el uso que interfiere claramente en su vida. Además, los resultados del estudio sugirieron que quienes experimentan tensión suelen ver sus teléfonos como una herramienta para controlar el estrés.

Redes sociales

Los resultados de la investigación dejaron bien a las claras que el concepto que tienen esas personas sobre el dispositivo es que más que un teléfono. Al fin y al cabo lo utilizan repetidamente para muchas otras tareas como una constante conexión a través de las redes sociales para saber qué dicen sus contactos o los influencers a los que siguen.

Por lo tanto, encontrarse lejos del móvil o que el teléfono tenga poca batería, rompe esta necesario conexión y deja a algunas personas con sentimientos de agitación y ansiedad.