La pandemia más mortífera de la historia de la humanidad se originó en el actual Kirguistán. Así lo han podido comprobar un grupo de científicos multidisciplinares que ha publicado el hallazgo en la revista Nature, recogido por Efe. El foco del contagio de la Peste Negra, que hasta ahora se desconocía y suponía uno de los grandes misterios de la ciencia, se ha podido situar en la cordillera de las montañas Tian Shan gracias al análisis de los genomas de las bacterias encontradas en las tumbas de esta zona, las cuales contenían trazas de las bacterias que provocan la enfermedad. Por otra parte, los investigadores también descubrieron los registros de los cementerios de Tian Shan, donde identificaron un número anormal de cadáveres en el siglo XIV. Según los científicos, las bacterias analizadas muestran cepas predecesoras a la plaga que después se extendería por el viejo continente a través de las Rutas de la Seda. Se calcula que la Peste Negra causó la muerte de más de la mitad de la población europea entre los siglos XIV y XIX.

El origen del misterio

Con el fin de analizar el cementerio kirguís, los investigadores acudieron a San Petersburgo, porque está allí donde están los restos excavados el siglo XIX. ​Unas inscripciones a las lápidas de estos nichos indicaban que los individuos enterrados allí murieron entre los años 1338 y 1339 a causa de una epidemia desconocida. En este estudio, un grupo de científicos del Instituto Max Planck d'Antropologia Evolutiva de Leipzig (Alemania), de la Universidad de Tubinga (Alemania) y de la Universidad de Stirling (el Reino Unido) rastreó los orígenes de la primera cepa de la bacteria que provoca la Peste Negra, la Yersínia pestis, hasta la región del lago Issyk Kul, en el actual Kirguistán. Muchas teorías situaban el origen de esta pandemia en sitios de Asia como China o Mongolia, pero en este estudio los investigadores han demostrado que el brote inicial se produjo en esta región de Asia Central, una zona atravesada por importantes rutas comerciales a la edad media. Los investigadores han analizado el ADN de estos restos humanos, así como datos históricos y arqueológicos de estas dos comunidades afectadas por la misteriosa enfermedad, y han certificado la presencia de la bacteria Yersínia pestis. La cepa descubierta en el yacimiento coincide con el inicio de la pandemia, y es más antigua que la cepa europea.

Las marmotas

El estudio apunta en el hecho de que en algún momento del siglo XIV se produjo un acontecimiento que los investigadores denominan "Big bang", una diversificación masiva de las cepas de la peste, la cual asocian con la génesis de la primera gran ola de Peste Negra en Europa entre 1346 y 1353. El equipo científico ha conseguido secuenciar los genomas completos de esta primera peste de los entierros de Kirguistán y han descubierto que estas cepas antiguas "se sitúan exactamente en el nodo de origen de este acontecimiento de diversificación masiva", en palabras de Maria Spyrou, investigadora de la Universidad de Tubinga. Así pues, los científicos han llegado a la conclusión que la antigua cepa de la Asia Central que causó la epidemia de peste de 1338 y 1339 en Kirguistán saltó a los humanos desde las poblaciones de marmotas de esta región, que actúan como reservas de la bacteria, y que después mutó en diferentes variantes que se extendieron por el mundo.

La peste llegó al Mediterráneo a mediados del siglo XIV a través de barcos comerciales desde el Mar Negra, y se extendió por Europa, el Oriente Próximo y el norte de África en un primer brote a gran escala conocido como la Peste Negra, que se alargó en una pandemia hasta a principios del siglo XIX, causando la muerte de más de la mitad de la población europea.