Los datos epidemiológicos confirman que la quinta ola va de bajada. También lo demuestran el número de hospitalizaciones y las UCI, que continúan su lento descenso. Un hecho que, como no podría ser de otra manera, se traduce al resto de restricciones que han ido cayendo a todos los niveles de la sociedad. Por este motivo, los departamentos de Drets Socials y Salut han flexibilizado algunas de las medidas que se aplican a las residencias por la pandemia. A partir de ahora deja de ser obligatorio hacerse uno TA para visitar a un residente, ya que se constata que hay una menor incidencia del virus en la comunidad. Además, el número máximo de visitantes pasa de dos a tres. Hay que respetar los aforos máximos de los espacios y la obligación de llevar mascarilla quirúrgica en todo momento. Se mantienen los paseos y las salidas, tanto las cortas de menos de 3 días, como las más largas y las salidas de vacaciones en familia (que en todos los casos se recomienda que se realicen con una misma burbuja de convivencia familiar). Al volver de una salida corta no habrá que hacerse ninguna prueba.

Cuando sí que hará falta una prueba

Después de una salida del centro, cuando esta haya sido inferior a las 3 semanas, sí que habrá que hacer una vigilancia exhaustiva de síntomas durante 14 días. En el retorno de salidas superiores a 3 semanas, en usuarios no vacunados habrá que hacer una PCR, así como una cuarentena en zona amarilla durante los 14 días posteriores al retorno

En caso de usuarios que ya han pasado una infección confirmada por PCR a los 3 meses anteriores o que están correctamente vacunados, se hará únicamente vigilancia de síntomas durante 14 días, y estarán exentos de hacer la PCR y la cuarentena.

El Plan de intensificación de medidas de control en el entorno residencial está en vigor desde el 19 de julio, coincidiendo con el progresivo aumento de circulación del variante Delta (más transmisible).

La lenta bajada de la quinta ola

La pandemia sigue retrocediendo a Catalunya, en una nueva jornada con todos los indicadores de bajada. Por su parte, la presión hospitalaria baja considerablemente después de que las UCI hayan registrado a catorce pacientes críticos menos que el día anterior, hecho que sitúa la cifra en 385. De esta manera, las unidades de cuidados intensivos catalanes suman ya dos semanas consecutivas de retroceso y se mantienen por debajo de los 400 ingresadas.

Una cosa similar pasa en los hospitales, donde los pacientes de planta se reducen en 31, hasta las 1.121 personas enfermas de covid-19 que actualmente se encuentran ingresadas por todo el país. Unas cifras que llegan en medio de la polémica sobre si se puede utilizar el ozono como tratamiento o no. El Departament de Salut lo tiene bien claro: no.

 

 

Imagen principal: tres residentes llevan a cabo una actividad en una residencia / ACN