Aunque los estudios afirman que no existe relación entre la temperatura y el dolor en las articulaciones, son muchas las personas que sufren dolores más o menos persistentes con la llegada del otoño y el invierno. Las cervicales son una zona estrella, a la hora de presentar molestias, sobre todo a partir de los 40 años, cuando la degeneración de los discos comienza a acelerarse. A esto se añaden las posturas frente al ordenador, que suelen provocar una sobrecarga en los hombros y en el cuello, la tensión acumulada de la situación que estamos viviendo… en fin, que son muchas las papeletas para sufrir este dolor.

Las personas que lo padecen experimentan molestias en el cuello de carácter leve, moderado o fuerte, con una rigidez característica que impide incluso realizar determinados movimientos. Este dolor también pueden irradiarse hacia los hombros, provocar hormigueo en los brazos y generar un dolor también intenso en la cabeza, sobretodo en la base del cráneo.

Cuando es más grave y llega a ser incapacitante, hay que acudir al especialista para que prescriba el tratamiento necesario. Pero lo cierto es que se puede realizar mucho trabajo en lo que a prevención se refiere. Desde hacer ejercicio,  a llevar una dieta equilibrada para mantener un peso adecuado y evitar determinados movimientos en el día a día que son muy perjudiciales para la salud de nuestra espalda: pasar muchas horas frente a una pantalla sin levantarse, realizar giros bruscos con el cuello o levantar mucho peso y pegarlo al cuerpo.  

Mujer dolor cervical

El dolor de cervicales provoca una rigidez característica que impide incluso realizar determinados movimientos

En lo que se refiere al ejercicio, además de practicar algún tipo de actividad como el paseo diario, la bicicleta o la elíptica, la natación, etcétera, existen algunos ejercicios que están muy recomendados para prevenir el dolor cervical y para relajar la zona en la medida de lo posible. Los siguientes son ejercicios recomendables.

Estiramientos de cuello

Un clásico muy efectivo. Consiste en levantar el brazo y apoyar la mano en la oreja contraria. A continuación, inclinar la cabeza hacia el lado del brazo elevado, mirando hacia la axila y ejerciendo una leve presión con mano, constante. A continuación, hacerlo con el otro brazo y repetir entre cinco y diez veces.  

Estiramiento de la columna

Ponerse de pie o sentada, con la espalda recta y los pies a la altura de las caderas. Rodear el cuello con las manos, entrelazando los dedos por encima de la nuca y acercando los codos.  A continuación, suavemente, acercar la barbilla hacia el pecho, manteniendo la espalda recta y tirando levemente de los hombros.

El ejercicio de la toalla

Coger una toalla de mano y calentarla, a continuación, pasarla a través del cuello sujetando los extremos con ambas manos. Estirar con las manos hacia delante mientras se muestra resistencia con el cuello hacia atrás.

Estiramiento de la parte superior de la espalda

De pie, llevar los brazos hacia atrás por detrás de la espalda y sujetar la muñeca de la mano derecha con la otra mano, tirando de ella hacia el otro lado. Además, inclinar el cuello para estirar lo máximo posible. Mantener unos segundos y repetir con la otra mano.

Estiramiento espalda

El estiramiento por detrás de la espalda ayuda a aliviar el dolor de cervicales

Elevación de hombros

El más sencillo de todos. De pie, con la espalda recta, las piernas abiertas a la altura de las caderas, levantar los dos hombros a la vez hacia arriba tensionando un poco y luego a continuación relajar. Repetir diez veces.