Míriam se vacunó contra la covid siendo consciente de que al día siguiente se podría levantar con fiebre, mareos, dolor de cabeza o dolor en el brazo en que la pincharon. Lo que no se esperaba es que la menstruación se le adelantara diez días, ya que siempre la ha tenido regular. Lo comentó a sus compañeras del trabajo y a muchas les había sucedido lo mismo. Como los suyos ha habido miles de casos de mujeres que han denunciado alteraciones en su regla después de protegerse contra la covid.

Retraso o adelanto de la regla

Buena parte de las quejas han tenido lugar en las redes sociales, donde las mujeres han podido compartir sus experiencias para avisar a las demás de que esta era una posibilidad y que el sangrado se les podía adelantar, retrasar o ser más abundante, los efectos secundarios más habituales. En este sentido, una de las protestas más habituales es que si no fuera porque habían leído el testimonio de otras chicas nunca habrían sabido de este posible efecto hasta que lo experimentaran ellas mismas.

A diferencia de los otros efectos secundarios, que también afectan a los hombres, sobre este no hay casi información oficial. De hecho, en el listado de la Agencia Española de Medicamentos, que los recoge, todavía no aparece. Por otra parte, el conocimiento de este efecto secundario ha llegado con la vacunación masiva, ya que durante los primeros meses del proceso se vacunaba mayoritariamente a mujeres que ya no menstruaban y por lo tanto no podían notar las alteraciones.

Afecta a la mitad de las mujeres

Meses después de las primeras denuncias se ha realizado el primer estudio sobre la cuestión. Este ha sido dirigido por Laura Baena, matrona e investigadora de la Universidad de Granada, según la cual un 51,2 % de las mujeres habrían notado alguna diferencia en su ciclo menstrual: un 25,9 % ha experimentado sangrados fuera de los días correspondientes a la regla y un 21 % ha tenido un periodo con un sangrado especialmente abundante.

El estudio se ha hecho a partir de una encuesta telefónica a 5.000 mujeres en edad fértil y se complementará con un ensayo clínico para extraer respuestas más concluyentes. Según ha apuntado la doctora Baena en el diario La Razón, "está demostrado que el ciclo es sensible a ciertos cambios, como los viajes, pero también a factores estresantes y emocionales, especialmente en la etapa posovulatoria". A partir de esta base, el especialista cree que estos datos son útiles para plantear vacunar a las mujeres en la fase preovulatoria y evitar así los efectos indeseados.

Patrón patriarcal

Con todo, la presencia femenina a los ensayos era mucho más reducida que la masculina, como denuncia al Diari de la Sanitat, la ginecóloga Enriqueta Barranco, hecho que demuestra el "patrón patriarcal de la ciencia".

Con todo, la endocrina Carme Valls, avisa al mismo medio de que esta se trata de una "alteración temporal como también puede darse en otras épocas del año" y que se normalizan después de uno o dos ciclos. Aún así, recalca que vale la pena informar al médico si aparece una modificación, especialmente si es grave o se prolonga en el tiempo.