El aire acondicionado salva el verano de muchos, pero su uso no siempre es inocuo. Al cabo del día, pasamos muchas horas utilizándolo en el coche, en la oficina, en casa, en las tiendas… Y tantas horas produce algunos perjuicios a nuestro organismo. A continuación te contamos cuáles son los más importantes
Efectos sobre la piel
El aire acondicionado produce sequedad en la piel, que puede derivar en picazón y prurito en algunos casos. Se trata de un síntoma bastante habitual en personas que permanecen muchas horas expuestas en habitaciones interiores. Esto, junto al sol, son de las dos causas más habituales de las patologías dermatológicas del verano. Unos efectos que no deberías dejar de consultar con tu médico habitual para conocer si te están afectando en exceso.
Deshidratación
Otra de las características del aire acondicionado es que absorbe la humedad del ambiente. Las estancias en las que está encendido durante mucho tiempo deberían contener algún tipo de humidificador o recipiente de agua para paliar los efectos de esta circunstancia. Por eso es aconsejable también hidratarse continuamente en la oficina o en el hogar.
Problemas respiratorios
Determinadas personas que pasan muchas horas expuestas al aire acondicionado pueden sufrir problemas respiratorios en la nariz y garganta e incluso en los ojos. Es común experimentar sequedad de garganta, rinitis y bloqueo nasal. La rinitis, en concreto, provoca inflamación de la membrana mucosa de la nariz. También reseca las mucosas, lo que aumenta la posibilidad de coger infecciones.
Empeora el asma y las alergias
Las personas que sufren alergia y asma deben tener un especial cuidado con el aire acondicionado. Sobre todo, en oficinas o en espacios en los que no se limpia de forma adecuada, porque puede dispersar en el ambiente sustancias alérgenas y empeorar los episodios de alergia y asma, hasta producir episodios de gravedad en algunos casos.
Dolores de cabeza y migrañas
Los cambios de temperatura entre el exterior y las estancias con aire acondicionado pueden provocar migrañas, al igual que el ruido leve pero constante que producen algunos de los aparatos que lo generan.
Recomendaciones
Por estas circunstancias, los expertos recomiendan un buen uso del aire acondicionado. Hay que procurar una atmósfera con la temperatura, humedad y limpieza adecuados. La temperatura ideal sería entre los 20ºC y los 25ºC, mientras que la humedad entre el 40% y el 60%. También se debe tener un adecuado sistema de filtros y de autolimpieza y secado que impida la circulación de partículas microscópicas contaminantes, así como pólenes y ácaros. Por último, cabe señalar que es preferible utilizar aparatos que distribuyan el aire de manera uniforme.