El doppler vascular es una prueba ecográfica de diagnóstico de carácter no invasivo que, mediante el ultrasonido, examina el flujo de sangre de los vasos sanguíneos. Se realiza con ondas sonoras de alta frecuencia que se envían a través del cuerpo y que se reflejan en los órganos internos, capturando imágenes de la mayor parte de las arterias y venas del cuerpo humano.
Para qué sirve
Generalmente se prescribe para detectar patologías que afecten a los vasos sanguíneos, como arterioesclerosis de las arterias (engrosamiento de las paredes arteriales), la trombosis venosa profunda, las obstrucciones de los vasos sanguíneos, la reducción del flujo sanguíneo o la formación de coágulos o tromboflebitis (trombos en las venas).
Otras enfermedades o problemas que puede detectar esta prueba son los estrechamientos de una arteria, una enfermedad cardíaca congénita, el mal funcionamiento de una válvula en el corazón o el origen de la presencia de varices en una persona. En los embarazos también puede detectar una malformación en el feto o una preeclampsia (una elevación de la tensión arterial de la mujer encinta).
Cómo se lleva a cabo
Se realiza mediante un equipo que está formado por un transductor de sonido y un monitor de televisión. El transductor consiste en un pequeño dispositivo cuya forma se asemeja a un micrófono. Antes de comenzar la técnica, se le aplica un gel hidrosoluble que dirige las ondas sonoras hacia la arteria o la vena que se está examinando y evita que penetre el aire. A continuación, este dispositivo se presiona contra la piel y el monitor visualiza la imagen y permite capturar las más representativas.
Mientras se realiza la prueba, el paciente está tumbado sobre una camilla flexible y no tiene por qué sufrir molestias, pues no es una prueba invasiva. El tiempo de duración suele ser de una media hora aproximadamente.
Por qué realizarlo
En cuanto a los síntomas que podrían llevar a prescribir esta prueba, pueden ser variados según sea la presencia de una u otra patología. Por ejemplo, es muy aconsejable si se ha tenido un accidente cerebrovascular, porque sirve para analizar la cantidad de flujo sanguíneo que llega al cerebro.
Otro tipo de indicadores que se pueden presentar, y cuyo diagnóstico podría depender del Doppler, son la dificultad para respirar, la hinchazón de alguna parte del cuerpo y la presencia de fatiga persistente. Asimismo, la presencia de calambres dolorosos y frecuentes en las piernas o el cambio de color de piel y el entumemiento o debilidad son también razones que pueden llevar a hacer esta prueba.
El Doppler suele realizarse en una de las extremidades del cuerpo, que es donde más fácilmente pueden darse alguna de las patologías mencionadas anteriormente. Otra zona es el cerebro. En este caso se hablaría de Doppler transcraneal, que analiza la velocidad del flujo sanguíneo en las arterias cerebrales más importantes del cerebro.
Generalmente se combina con otras pruebas como la resonancia magnética o la tomografía computarizada y la persona encargada de analizar los resultados es el radiólogo.