Una compañía británica llamada Profam ha anunciado que ha desarrollado un nuevo tratamiento para retrasar el inicio de la menopausia hasta en 20 años. Según los responsables, el objetivo del desarrollo era mitigar los efectos secundarios que provoca esta fase en la vida de las mujeres, pero también podría mantener la fertilidad femenina hasta los 60 años.

En qué consiste el tratamiento

Según han informado, el tratamiento consiste en realizar una cirugía para extraer una pequeña pieza de tejido ovárico, que luego se congela a temperaturas extremadamente bajas, lo que permite su conservación durante varios años. Cuando una mujer alcanza la edad menopáusica, el tejido se descongela y se injerta en el cuerpo para restablecer la caída de los niveles hormonales.

Operación

Todavía se requieren más ensayos para ratificar el éxito de este tratamiento, pero según ha informado Profam, en la fase experimental nacieron al menos 80 niños después de haber reimplantado el tejido ovárico en el cuerpo de la madre.

Se trata del primer proyecto en el mundo que utiliza la criopreservación de tejido ovárico de mujeres sanas para retrasar la menopausia. Cuanto antes se realice la extracción a la paciente, más posibilidades se tienen de alargar el periodo de fertilidad. Si el tejido es de una persona de 25 años, se podría retrasar la menopausia hasta en 20. Si es de 40 años, la cifra se reduciría a cinco. 

Teniendo en cuenta que las personas viven más tiempo, las mujeres tienen hijos más tarde y viven gran parte de sus vidas en la fase postmenopáusica, el tratamiento tiene un gran interés para la comunidad científica. De momento, son nueve las mujeres en el Reino Unido que han decidido congelar su tejido ovárico con el fin de retrasar su menopausia.

Embarazo

Algunos escépticos

Sin embargo, otros expertos se han mostrado más cautelosos. Algunos especialistas afirman que aún es pronto para saber qué tipo de efectos secundarios podrían derivarse de la reimplantación de tejido ovárico en el cuerpo de una mujer y que se deberían hacer más estudios a largo plazo antes de extraer conclusiones.

Los más reacios creen que deberían pasar al menos tres o cuatro años para poder demostrar su eficacia de forma más rotunda. Eso sí, opinan que si finalmente se demuestra su viabilidad, podría ser una verdadera revolución en el campo de la medicina y en la vida de muchas mujeres.

Los que más se muestran a favor consideran que no solo permitirá a las mujeres engendrar a más largo plazo, sino que les evitarán muchos de los síntomas de la menopausia, especialmente en aquellas mujeres que no pueden realizar la terapia de reemplazo hormonal.

Las mujeres, durante este periodo de sus vidas, suelen sufrir molestias que perjudican su calidad de vida e incluso su salud, pues se puede producir un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular, osteoporosis, depresión, aumento de peso y sofocos.