Cuando pensamos en deportes extremos, solemos imaginar a jóvenes llenos de energía realizando actividades arriesgadas como el paracaidismo, el surf o la escalada. Sin embargo, cada vez más personas mayores están descubriendo que la edad no es un impedimento para disfrutar de estas experiencias llenas de adrenalina.
Practicar deportes extremos en la tercera edad no solo es posible, sino que también aporta numerosos beneficios físicos, mentales y emocionales
Para saber más sobre este tema, hemos hablado con los expertos, el Dr. Josep Maria Bordas, especialista en Medicina Interna y del Aparato Digestivo del Hospital El Pilar y el Dr. Eduard Alentorn, especialista en Traumatologia y Cirurgía Ortopédica y miembro de la Unidad de Medicina Deportiva Sport IT del Hospital El Pilar.
¿Por qué los mayores pueden hacer deportes extremos?
El avance en la calidad de vida, la medicina y el cuidado personal ha permitido que muchas personas mayores mantengan un excelente estado físico. Además, la práctica de deportes extremos adaptados a sus capacidades y con las medidas de seguridad adecuadas puede ser una forma ideal de mantenerse activos, superar miedos y disfrutar del presente con intensidad. También se sabe que los que hacen ejercicio de forma habitual y de forma proporcional al nivel que lo realizan, mejoran la supervivencia, disminuyendo proporcionalmente los accidentes vasculares cerebrales, los infartos de miocardio y también la incidencia de neoplasias.
Los que hacen ejercicio de forma habitual y de forma proporcional al nivel que lo realizan, mejoran la supervivencia, disminuyendo proporcionalmente los accidentes vasculares cerebrales
Pueden considerarse ejercicios extremos los que requieren una elevada intensidad, también se incluye en este concepto aquellos que se practican en situaciones especiales por su riesgo o por donde se llevan a cabo.
Algunos deportes extremos que pueden ser accesibles para personas mayores incluyen:
- Senderismo y trekking en terrenos variados.
- Escalada en paredes artificiales con apoyo profesional.
- Kayak o piragüismo en aguas tranquilas o ligeramente rápidas.
- Ciclismo de montaña en rutas adecuadas.
- Parapente con instructor.
- Surf en playas con olas moderadas
La clave está en elegir la actividad adecuada, adaptar el nivel a la condición física individual, recibir entrenamiento profesional individualizado, progresar gradualmente y respetar siempre los límites individuales.
Beneficios físicos y mentales
Como nos indican los especialistas, estos son algunos de los beneficios físicos y mentales de practicar deportes extremos en la gente mayor:
- Mejora cardiovascular: La mayoría de los deportes extremos implican ejercicio aeróbico que fortalece el corazón y mejora la circulación.
- Aumento de la fuerza y la flexibilidad: Movimientos variados y dinámicos ayudan a mantener la musculatura y la movilidad articular.
- Mejor equilibrio y coordinación: Actividades como la escalada o el surf estimulan el control corporal, reduciendo el riesgo de caídas en la vida diaria.
- Control del peso y metabolismo: El ejercicio intenso ayuda a mantener un peso saludable y una buena regulación del metabolismo.
- Reducción del estrés y síntomas depresivos: La conexión con la naturaleza y la concentración que exigen estos deportes favorecen la relajación y la disminución de la ansiedad.
- Mejora de la autoestima: Superar retos y aprender nuevas habilidades fortalece la confianza personal y mejora el ánimo gracias a la liberación de endorfinas.
- Estimulación cognitiva: La toma de decisiones rápidas y la resolución de problemas en entornos cambiantes mantienen el cerebro activo y en forma.
- Neurogénesis activa: estos deportes pueden promover la formación de neuronas en el hipocampo, favoreciendo la memoria y capacidad de aprendizaje.
- Socialización: Participar en actividades grupales fomenta nuevas amistades y un sentido de comunidad.
Precauciones y recomendaciones
Aunque los beneficios son muchos, es fundamental que los mayores consulten con un médico antes de iniciar cualquier actividad extrema. Además, es vital:
- Consulta médica previa para descartar contraindicaciones
- Contar con la supervisión de instructores certificados.
- Utilizar el equipo de protección adecuado.
- Empezar con actividades de baja intensidad y aumentar progresivamente.
- Respetar siempre las señales del cuerpo y no forzar límites.
- Preparación física previa: trabajar fuerza, equilibrio y movilidad es esencial para prevenir lesiones.
Este último punto es especialmente importante. Para hacer cualquier tipo de deporte, y más aún los extremos, la persona debe estar en forma y contar con una adecuada preparación física. Debe existir un adecuado trabajo muscular y neuromuscular (la conexión del sistema nervioso central con el músculo) para reducir el riesgo de lesiones, sobre todo articulares.
El músculo es un crucial protector articular y, por tanto, las personas deben haber hecho un trabajo de preparación previa para afrontar el deporte extremo con más garantías (menor riesgo de lesionarse).
Practicar deportes extremos no es solo para los jóvenes. Los mayores que se animan a esta aventura pueden disfrutar de una vida más activa, saludable y plena.
Más allá de la emoción, estas actividades ofrecen una oportunidad única para fortalecer cuerpo y mente, crear recuerdos inolvidables y vivir con pasión en cada etapa de la vida
Un desafío ártico para los que les gustan los retos
Los que ya disfrutan de estos deportes de riesgo son Bernardo, Esther, Merche, Amelia y Jesús, cinco mayores de 65 que viajarán al Polo Norte con el Desafio Santalucía, todo un reto para demostrar que es posible mantener una vida activa y saludable a cualquier edad. Como ya es tradición, Quirónsalud es el proveedor médico oficial por segundo año consecutivo.
Del 25 de agosto al 10 de septiembre, estos mayores vivirán una auténtica experiencia explorando los rincones más recónditos del Ártico a través de la navegación entre fiordos, glaciares, icebergs y pura naturaleza, siempre asesorados por expertos y deportistas de élite.
Para confirmar que pueden afrontar el reto en las mejores condiciones, los cinco participantes han superado un completo reconocimiento médico en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.