Una encuesta del Consejo General de la Enfermería de España, por la cual se han entrevistado 8.415 profesionales de España, pone de manifiesto la desconfianza que genera la vacuna de la Covid-19 entre estos profesionales.
Al detalle, en el ámbito del Estado español, un 15,7% de las enfermeras españolas no tienen previsto ponerse la vacuna de la Covid-19, mientras que un 50,8% duda sobre si se la pondrá. De hecho, solo un 33,5% tiene claro que si sale un antídoto para la enfermedad, se lo aplicará. Esta desconfianza se eleva en Catalunya donde el 20,3%, es decir, una de cada dos enfermeras no prevé vacunarse del coronavirus. Una cifra que solo la supera Melilla (26,5%) y las Islas Baleares (25,5%).
Por el contrario, las comunidades autónomas que tienen una visión más optimista son Cantabria, donde un 48,1% de profesionales de este cuerpo sí que prevé vacunarse de la enfermedad, seguida de Asturias (un 42%), el País Valencià (39,5%) y Murcia (39,4%)
Una enfermera preparando una vacuna en una imagen de archivo / ACN
Miedo a los efectos secundarios
Según este mismo estudio, el principal motivo que lleva a las enfermeras a no quererse vacunar o a dudar de hacerlo es la preocupación de sus posibles efectos secundarios. Así opinan un 72,3% de las encuestadas, mientras que un 65,5% dudan de la efectividad del antídoto.
Por otra parte, entre los sectores profesionales donde hay más enfermeras que se prevén vacunar es del sector de la atención primaria (37,9%), mientras que los profesionales del sector sociosanitario (21,8%) son los que muestran con más claridad que no prevén utilizar el antídoto.
Por otro lado, la encuesta también pregunta a las enfermeras sobre su intención de vacunarse de la gripe. En este caso, un 67,7% de las profesionales de este cuerpo piensan hacerlo, un dato que son más de diez puntos porcentuales más que el año pasado, cuando no estaba la pandemia de la Covid-19.