Los datos empíricos, según los expertos, cada vez son más alarmantes. La viróloga e investigadora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa y coordinadora de la Plataforma de Salud Global del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Margarita del Val, avisa de que ya hemos entrado en un estadio más elevado de la pandemia: "De hecho ya estamos en una cuarta ola, porque desde el punto de vista matemático ha habido claramente cuatro olas diferentes y separadas: primero sufrimos la de primavera, después la de verano y, antes de que esta bajara mucho, empezó el otoño y con el frío volvió a subir. La bajada que hubo fue en realidad el solapamiento de dos montañas, la de verano con la de otoño. Ahora ha habido otra bajada pero no hemos reducido tanto la incidencia y ya está empezando otra ola".

Después de dar el razonamiento, concluye: "Para mí es la cuarta sin ningún tipo de duda. Estamos subiendo la ola de invierno, motivada por las compras prenavideñas y las reuniones de la nochebuena, Fin de Año y Reyes. Estas están separadas por una semana, el tiempo en que, si te has contagiado, el virus se está multiplicando para encomendar más fácilmente". Así pues, esta puede tener más riesgo de contagio que la tercera. En una entrevista que el mismo CSIC ha publicado, Del Vale también asegura que aquellos que no están vacunados también pueden provocar un riesgo de contagio en otros ya que la inmunidad es para uno mismo.

¿Hay que vacunar a quien ya se ha contagiado?

Unas especificaciones científicas que traslada a la consideración que se tiene que hacer de las vacunas. Por una parte, la investigadora pide que sigan utilizando las normas de protección, como la mascarilla o manos limpias, de la otra que aquellos que ya han sufrido la Covid-19 también se tienen que vacunar: "Una cosa que me preguntan a menudo es si las personas que ya han pasado la Covid-19 también tienen que vacunarse. La respuesta es 'sí'. Aunque están bastante protegidas de la siguiente infección -cuando hay reinfecciones suelen ser más leves que el primero-, la vacuna los protege todavía más".

Hay que recordar que el epidemiólogo del Hospital Clínico, Antoni Trilla, ya avisó en una entrevista en ElNacional.cat de que la sociedad se tendrá que vacunar, con mucha probabilidad, dentro de dos años. Así pues, incluso independientemente de pasar la enfermedad, la vacuna no da una inmunidad permanente a nadie.

Del Val complementa las explicaciones y pone la mirada en los bebés: "Casi la mitad de las vacunas que ponemos a los bebés no los protegen de la infección, sino del sufrimiento, los síntomas y la muerte. Las vacunas de Pfizer i Moderna y otros que llegarán pueden proteger de la infección o no. Por ahora tenemos que fiarnos de lo que se ha observado en los ensayos preclínicos con animales; cuando se les vacunaba y después se les infectaba, la vacuna no protegía de la infección porque había multiplicación de virus. Eso quiere decir que puede no proteger de la infección a las personas vacunadas".