Una jornada más los datos no llaman al optimismo, todo lo contrario. Tal como advirtieron las autoridades sanitarias, afrontamos una segunda quincena de octubre donde la previsión es que se dispararían todos los parámetros y así está pasando. El riesgo de rebrote del coronavirus sigue al alza, de forma constante; la presión en los hospitales va creciendo y los positivos casi suman los 3.000. Y lo peor de todo, la mortalidad no se detiene y en la última jornada se han registrado 51 víctimas mortales, uno de los registros más altos de esta segunda oleada.

El riesgo de rebrote ya ha llegado a 466,49, 28 puntos por encima de los 438,48 registrados la jornada anterior y muy lejos de los 338,49 de hace una semana. Por el contrario, el riesgo de contagio, la velocidad de propagación, baja dos décimas con respecto al anterior registro y se sitúa en 1,28, según los datos facilitados este martes por el Departament de Salut.

2.897 nuevos positivos

Los nuevos positivos son 2.897 y ya son 206.294 las personas que han sufrido o sufren la Covid-19 desde que empezó la pandemia en marzo pasado. El último balance de víctimas mortales es de 13.670, con 51 muertes más con respecto a la última jornada.

El aumento de positivos va acompañado de un incremento de la presión en los centros hospitalarios. En la última jornada se han contabilizado 77 ingresos en hospitales catalanes por coronavirus. En el día de hoy son 1.385 las personas hospitalizadas. Si el recuento de los ingresos sube cada día, todavía han subido más los ingresos a las unidades de cuidados intensivos (UCI), donde ya hay 239 personas atendidas, 25 más que en el recuento anterior.

Entran en vigor nuevas restricciones

El Govern, ante la extensión de la pandemia, ha decidido ampliar las restricciones que entraron en vigor el pasado viernes y hoy ha publicado en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya  (DOGC) nuevas medidas para intentar reducir la movilidad y el contacto social. Así,desde hoy las tiendas 24 horas tendrán que cerrar entre las 22 y las 7 horas.

Esta medida busca evitar que se repitan comportamientos como el registrado el fin de semana, después del cierre de bares y restaurantes, donde se detectó un incremento de los botellones. "Queremos que cierren a la misma hora que se cierren los parques públicos con la intención que no haya compra de alcohol y evitar los botellones. Si tenemos los comercios cerrados por las noches, que es cuando la gente joven iba a comprar el alcohol para hacer sus fiestas, también podemos reducir el contagio", ha explicado el conseller d'Interior, Miquel Sàmper.

También se ha decretado que en áreas de servicio de autopistas y otras vías, las actividades de restauración se podrán prestar exclusivamente mediante servicios de entrega al mismo establecimiento, sin hacer uso de los espacios interiores y garantizando la entrega individual y separada del cliente.