Investigadores textiles de la Universidad Politécnica de Catalunya están asesorando en el departamento de Salud para encontrar una manera rápida de fabricar máscaras sanitarias reutilizables.

La profesora de la Escuela Superior de Ingeniería Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT), Mònica Ardanuy, ha afirmado que "hace mucho tiempo que no se fabrican máscaras que se puedan lavar, esterilizar y reutilizar porque se han generalizado globalmente las de un solo uso, lo que hace muy difícil encontrar en el mercado los tejidos con los cuales se fabricaban antes".

Ardanuy ha concretado que las mascarillas tienen que cumplir la normativa sanitaria FFP1, FFP2 o FFP3 y, en caso que se encuentren los tejidos adecuados, "el tiempo de validación con el grado de exigencia fijado con anterioridad a la expansión de la Covid-19 sería de semanas o incluso de meses".

El pasado 20 de marzo se publicó en el BOE la disposición 3995 del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo sobre especificaciones alternativas excepcionales en la fabricación de máscaras EPI ante su falta y mientras dure el actual estado de excepcionalidad. Esta disposición flexibiliza y amplía el tipo de máscaras sanitarias que se pueden comercializar en España, que tienen que garantizar eficacia contra la penetración, resistencia a la respiración y marcaje.

Según Mònica Ardanuy "el hecho de que se haya flexibilizado la normativa desde hace pocos días podría favorecer la rapidez en la fabricación de este material sanitario en Catalunya"

¿Cómo tienen que ser las mascarillas?

Los mismos investigadores también han recomendado no hacer uso de mascarillas domésticas y, en caso de extrema necesidad, han aconsejado cuáles son los tejidos más adecuados para fabricar máscaras temporales efectivas a que no sean de uso clínico.

Según los especialistas, las mascarillas sanitarias tienen que ser hidrófobas, sobre todo en la parte exterior y por lo tanto el algodón está totalmente desaconsejado ya que absorbe el agua y las microgotas con virus.

Además, el algodón es un tejido que si no está tratado con acabados antibacterianos favorece el crecimiento de bacterias, han alertado a los investigadores.

En todo caso y para un uso temporal no sanitario, las mascarillas protectoras se habrían fr fabricar con fibras hidrofóbicas o que absorban poca agua (como poliéster o polipropileno), tejidos ligeros con mucha superficies específica, según los investigadores.

También se pueden combinar diferentes capas de telas como fundas de almohadas o trapos de microfibra, han indicado, pero siempre teniendo en cuenta que en este caso se trataría de soluciones de un solo uso y que no estuvieran para aplicaciones en el ámbito sanitario, han añadido.

Por todo eso, Ardanuy ha observado la "necesidad de ser prudentes a la hora de fabricar máscaras con textiles que no hayan estado mínimamente testados y que garanticen una capacidad de filtración adecuada porque pueden dar una sensación de protección que no es real".