Hace escasos días, un estudio publicado en la revista médica JAMA arrojó un preocupante dato que pone de manifiesto la rápida propagación del coronavirus: el 41% de los primeros 138 pacientes diagnosticados en un hospital en Wuhan, el epicentro de la epidemia, se habían infectado dentro del propio hospital, una circunstancia que en medicina se conoce como transmisión nosocomial.

Por lo que se sabe, fueron trabajadores del propio centro y pacientes ingresados por otras patologías los que se vieron infectados por el nuevo virus.  Y eso, teniendo solo en cuenta a los pacientes que se evaluó dentro del centro, sin tener en cuenta los que pudieron enfermar debido a una visita o a una estancia de un día sin que estuvieran ingresados. Por lo que es probable que la transmisión fuera aún mayor.

 

Esto demuestra el carácter tan expansivo de este virus y el alto riesgo que sufren los trabajadores de los hospitales y centros de salud. Tal y como señalan los expertos, hace falta establecer una jerarquía de control muy definida entre las fuentes de la infección y el personal de los centros. Se debe pedir a los pacientes que están levemente enfermos que no pongan en riesgo a los demás, además de exigir a todas las personas enfermas que usen mascarillas faciales, limitar la asistencia al hospital de los visitantes que pueden ser infecciosos, asegurar que los trabajadores de salud enfermos no trabajen y minimizar el número, y garantizar la seguridad de, procedimientos como la broncoscopia o la inducción de esputo.

Mujeres máscaras (1)

Otras medidas que se han solicitado son establecer áreas de triaje separadas, limpiar las áreas donde han estado los enfermos de forma meticulosa y llevar a cabo precauciones adicionales en los casos sospechosos. Asimismo, otras como el uso de máscaras por el público en general no tiene prácticamente ningún beneficio, por lo que no es necesario. Deben reservarse a los trabajadores de la salud y aquellos que atienden a pacientes enfermos.

La escasez de transparencia e información facilitada por parte de China ha provocado que todavía se desconozcan cuestiones básicas como el hecho de conocer exactamente quién ha sido evaluado, el porcentaje de enfermos, cómo se está desarrollando la epidemia con exactitud en el país y cuáles son las tasas de positivos por ubicación, semana de pruebas y edad del paciente.

Los próximos días y semanas son determinantes para conocer cómo será el desarrollo de la epidemia. Si comienza a expandirse de forma exponencial entre otros países, lo que parece probable, si puede ser contenido de alguna forma y quiénes son los principalmente afectados.

Coronavirus 2 (1)

También se sabrá el porcentaje de personas que evoluciona de forma desfavorable y cuál es el perfil de paciente más afectado. Hasta que no se conozcan bien todos estos datos, parece difícil por parte de las autoridades sanitarias mundiales establecer algún tipo de predicción acerca de la evolución de la epidemia.