Las personas mayores son el sector más vulnerable frente a la epidemia de COVID-19. Y no solo porque la enfermedad se cebe especialmente en ellos, con la mayor tasa de mortalidad, sino porque el confinamiento puede ser especialmente difícil en sus vidas. Los cambios de rutina son más complicados, pueden sufrir una gran soledad, necesitar cuidados que no pueden ofrecerse...
En este sentido, es importante, sobre todo si están solos, hacer un esfuerzo por parte de la familia o conocidos por comunicarse con ellos para que sientan el acompañamiento aunque sea en la distancia. Estos son algunos consejos para hablar con ellos en estos días tan difíciles.
En primer lugar, es importante asegurarse de que los mayores, obtengan una información acerca de las directivas de confinamiento, distanciamiento social e higiene para que puedan seguirlas. En el caso de que presenten una cierta resistencia a adoptar estas medidas y no las consideren importantes, es aconsejable tener una conversación efectiva y respetuosa con ellos.
Un buen consejo es no hacerles ver que se les está forzando de una manera agresiva o que se quiere tener un control sobre sus vidas, porque en ocasiones puede ser contraproducente. Es mejor hacerles ver que todo esto que se les pide es fruto del afecto que se siente por ellos, de la importancia que se da a sus vidas y el deseo de disfrutarlos por muchos años más.
En la conversación, es necesario escucharles con paciencia. Atender sus preguntas para comprender qué es lo que están sintiendo, sus miedos, sus dudas y su incertidumbre. Son más vulnerables y por eso necesitan desahogarse aunque no parezca relevante lo que están diciendo.
En este sentido, es también importante averiguar de dónde obtienen la información. Hay muchas noticias erróneas, sin contrastar, así como mitos que circulan acerca de esta enfermedad que pueden alterar su percepción sobre la misma. Por eso es más necesario que nunca aconsejarles donde pueden informarse con rigurosidad, con noticias contrastadas científicamente.
Buena parte de las personas mayores gozan de una buena salud. La mejor atención sanitaria de la que hemos gozado en las últimas décadas y las posibilidades económicas les hace sentirse fuertes, activos y con la posibilidad de tener un ocio activo y frecuente. Esto puede provocar que algunos de ellos se relajen o que sientan que la enfermedad no puede afectarles a ellos. Por eso es importante concienciarles diariamente de la seriedad de esta pandemia y de las graves consecuencias que pueden tener para su salud.
En cualquier caso, hay que tener presente que, además de la posibilidad de contagio, existe el riesgo de que sufran en mayor medida el aislamiento y la soledad, lo que puede llevar a un aumento de la posibilidad de sufrir enfermedades mentales como la depresión.