Con la llegada del calor y la obligatoriedad del uso de las mascarillas, algunas personas pueden llegar a sufrir problemas en la piel del rostro, sobre todos los que tienen la piel muy sensible. Aunque estos elementos son imprescindibles para garantizar la protección, su utilización puede asociarse a problemas en la piel por su uso prolongado, el entorno húmedo continuado y la presión que ejercen sobre diversas zonas.

La aparición de picores, sarpullidos, erupciones, manchas o acné son algunas de las consecuencias que la utilización de mascarillas puede provocar en la piel de las personas. Estos problemas pueden ser más evidentes en el caso de los profesionales sanitarios y de otras profesiones que requieren el uso continuado de elementos de protección como el caso de los comercios y establecimientos públicos o los trabajadores de servicios públicos.

Hombre con mascarilla en la costa

Todo personal que lleve la mascarilla durante ocho horas tendrá más efectos secundarios en la piel que aquellas personas que las utilizan únicamente al salir de casa. Pero, en cualquier caso, es bueno para todos usarlas y, deben, por tanto, en mayor o menor medida, cuidar la piel.

Desde el Consejo General de Enfermería se recuerda que se debe extremar el cuidado de la piel para prevenir, prepararla e intentar evitar posibles daños. La piel debajo de la mascarilla no respira, se ocluye y está húmeda por los vapores de la respiración. Mientras sea obligatoria llevar la mascarilla como medida de prevención aconsejada por las autoridades sanitarias, pueden seguir apareciendo estos efectos secundarios en la piel.

En este sentido, la limpieza y una hidratación continuada constituyen los elementos clave para cuidar la piel del rostro. La hidratación debe realizarse de forma rutinaria con ingredientes adaptados al tipo de piel y aplicarse antes de colocarse la mascarilla. Para los problemas de piel seca, dermatitis, lo mejor es la hidratación con cremas nutritivas o incluso emolientes.

Si persiste y aparecen eccemas, es recomendable acudir al profesional sanitario. Cuando produzcan granitos o pequeños brotes de acné, se aconseja limpiar muy bien la piel antes y después de salir de casa, no maquillar, pues ocluye los poros e hidratar la piel con productos libres de aceites.

Mascarilla en verano

También es importante saber que el material del que están hechas las mascarillas no protege de los rayos del sol, por lo que sigue siendo igual de necesario protegerse de los rayos UVA. Por este motivo, hay que seguir los mismos consejos que todos los veranos: utilizar un protector solar adaptado a cada tipo de piel. Echarse el protector media hora antes de salir de casa. Renovarlo cada dos o tres horas, sobre todo si se va a estar en contacto con la arena o en piscinas o agua del mar. Una vez en casa, después de una jornada con mucho sol, conviene hidratarse más en profundidad o aplicarse alguna crema adecuada para después del sol que tenga efectos calmantes.