No todas las siestas son iguales y son muchos los factores que influyen en lo útiles que pueden ser o no. Entender mejor el papel de la siesta, puede hacer que se aprenda a tomar siestas efectivas que refuerzan el reloj interno del cuerpo y mantienen el nivel de energía durante todo el día.
Cuánto tiempo debe durar una siesta
Algunos investigadores han encontrado que las siestas de cinco minutos son demasiado cortas para profundizar a través de las etapas del sueño como para producir un beneficio notable. Por otro lado, dormir durante 30 minutos o más le da al cuerpo tiempo suficiente para entrar en un sueño profundo. Sin embargo, hacer siestas por mucho tiempo o despertarse de un sueño de ondas lentas puede hacer que te sientas atontado hasta por una hora. Este período de somnolencia también se denomina inercia del sueño.
La mejor duración de la siesta en la mayoría de las situaciones es aquella que es lo suficientemente larga como para ser refrescante, pero no tanto como para que se produzca la inercia del sueño. Se consideran como ideales las siestas que duran de 10 a 20 minutos. A veces se las conoce como siestas energéticas porque brindan beneficios de recuperación sin que el que ha dormido se sienta somnoliento después.
La ciencia afirma que la siesta ideal debe tener una duración entre 10 y 20 minutos
Beneficios de la siesta
El impulso homeostático del sueño es el término técnico para la sensación de presión para dormir. Es sinónimo del hambre que sentimos por la comida cuanto más tiempo pasa después de la última vez que nos hemos sentado a comer. Cuando nos despertamos de una buena noche de sueño, el impulso de sueño homeostático es bajo. La presión aumenta lentamente a lo largo del día hasta la hora de dormir, cuando sentimos sueño. Dormir por la noche disminuye la presión del sueño y luego el ciclo comienza de nuevo al día siguiente.
La siesta durante el día disminuye el impulso homeostático del sueño, lo que puede ayudarnos a sentirnos más despiertos y desempeñarnos mejor en nuestras tareas. Como resultado de esto, la siesta puede ayudar con reducir la somnolencia, mejorar el aprendizaje, ayudar a la formación de la memoria y regular las emociones.
La siesta no solo aporta el descanso como beneficio para la salud
Problemas de la siesta
La siesta no es para todos. De hecho, algunas personas la encuentran contraproducente. Aunque reducir la presión del sueño puede combatir la fatiga, también puede interferir con la capacidad para conciliar el sueño antes de acostarse por la noche. Las personas que tienen problemas para conciliar el sueño o para permanecer dormidas por la noche, por ejemplo, aquellas con insomnio, es lógico que quieran evitar las siestas.
La inercia del sueño, o somnolencia después de despertarse de una siesta, se puede minimizar o evitar tomando siestas más cortas. Sin embargo, puedes sentirte desorientado incluso después de una siesta corta, por lo que la siesta puede ser perjudicial si necesita volver al trabajo inmediatamente después.