El Instituto del Corazón del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Can Ruti) participa en un ensayo clínico mundial para validar la eficacia de una nueva terapia para reducir los síntomas y los ingresos de pacientes con insuficiencia cardiaca severa. Se trata de la implantación de un dispositivo que conecta las dos aurículas y permite descargar la presión cardiaca.

El dispositivo se implanta a los pacientes a través de un cateterismo y al día siguiente de la operación ya se les puede dar de alta. El pasado mes de noviembre Can Ruti se convirtió en el primer hospital europeo donde ya se han implantado dos de estos dispositivos, de los siete que en total se han implantado en el resto del mundo —dos más en Canadá, dos en EE.UU. y un Israel—.

Este dispositivo nuevo está pensado para pacientes que sufren un ahogo importante a causa de su insuficiencia cardiaca y que ya han recibido todos los medicamentos disponibles. Se calcula que entre un 10% y un 20% de los pacientes con insuficiencia cardiaca se pueden ver beneficiados por el nuevo ingenio.

Según los expertos, algunos de los beneficios que este nuevo dispositivo proporcionará son una recuperación de la capacidad cardiaca de forma inmediata y de larga duración, un aumento en la capacidad de hacer ejercicio, una reducción de los ingresos hospitalarios, una reducción de la mortalidad y un aumento de la calidad de la vida de los pacientes.

El director del Instituto del Corazón del Hospital Germans Trias i Pujol, Tony Bayés, asegura que la insuficiencia cardiaca "está adquiriendo cifras epidémicas en Europa y en España" debido al aumento de la esperanza de vida y a la mejora de los resultados en el tratamiento de otras cardiopatías, como el infarto de miocardio. Se calcula que en Europa hay unos 10 millones de personas con insuficiencia cardiaca, 150.000 en Catalunya.