La Fundación Lucha contra el Sida y las Enfermedades Infecciosas (FLS) y el Hospital Hermanos Trias i Pujol (también conocido como Can Ruti) han empezado este jueves a administrar la vacuna contra la Covid-19 a voluntarios en el marco del primer ensayo clínico de fase 3.

La vacuna, producida por la compañía Janssen del grupo Johnson & Johnson, ha empezado a suministrarse como parte del estudio Ensemble 2, que pretende aclarar si es eficaz para prevenir la infección por el virus SARS-CoV-2. A los participantes en el estudio, que serán asignados de forma aleatoria para recibir vacuna o placebo, se les pondrán dos inyecciones intramusculares en el brazo separadas por dos meses y se someterán a seguimiento médico vía teléfono.

Famacéutica Reig Jofre vacuna Janssen coronavirus laboratorio ACN

La Farmacéutica Reig Jofre en la producción de la vacuna de Janssen, utilizada al ensayo de Can Ruti. / ACN

Tal como ha explicado a Efe el investigador de la FLS José Moltó, después de administrar la vacuna al primer voluntario del estudio, un profesional sanitario, primero se le han hecho una serie de analíticas y una prueba de Covid-19 y, posteriormente, se le ha asignado una medicación antes de ponerle el suero.

Está previsto que el ensayo, en el cual puede participar cualquier persona mayor de edad, dure un máximo de dos años y tres meses, de manera que los resultados finales no se tendrán hasta entonces aunque, como ha indicado Moltó, se realizarán análisis intermedios para conocer, en unos cuatro o seis meses, si la vacuna es eficaz para prevenir infecciones graves.

La posibilidad de una autorización de emergencia

No obstante, dada la situación epidemiológica, no se descarta que la vacuna de Janssen pueda recibir una "autorización por vía de emergencia" después de los primeros resultados, de manera que podrá estar aprobada a lo largo del 2021. De cualquier manera, Moltó ha destacado la importancia de seguir investigando para "generar información sobre otras alternativas" ya que, ha destacado, "no sabemos si el efecto durará seis meses, dos años o veinte".

De hecho, ha explicado que, en función de cuánto dure el efecto sobre la inmunidad, podría pasar de que alguien que se vacune en enero tenga que repetir el proceso en un tiempo: "Son interrogantes de los que hoy no tenemos respuesta", ha admitido. A diferencia de la vacuna de Pfizer, que se tiene que conservar a -70 grados, la de Janssen puede guardarse en un congelador normal, en -20 o -30 grados y, una vez sería, está "establo" en torno a 28 días en un frigorífico a 4 grados, hecho que supone una "ventaja" a la hora de distribuirla en planes de vacunación masivos.

El primer voluntario del estudio de la vacuna

Por su parte, el primer voluntario al recibir la vacuna, el médico Marc Corbacho, ha explicado a Efe que se encuentra "perfecto" y sin síntomas y, aunque es "consciente" de que puede existir "algún riesgo", ha asegurado que prefiere centrarse en el "positivo": "Puedo estar protegiendo a mis familiares (...). Vale la pena".

Corbacho ha aseverado que la vacuna le ha sido suministrada en un "entorno controlado" y ha lamentado que muchas personas tengan "miedo" y "pierdan el foco". "Hay mucha gente detrás que sabe mucho, comités éticos que velan para que los participantes de los ensayos estén bien protegidos y tenemos un problema que es la pandemia, que eso sí no lo controlamos", ha resaltado.

El inicio del ensayo en fase 3 llega después de la campaña de reclutamiento de voluntarios que la FLS puso en marcha a través de Internet para animar a participar en estudios tanto de Covid-19 como de VIH y que en poco más de un mes ha reunido además de 4.000 personas dispuestas a contribuir en la investigación.