El TDAH es una patología que afecta a entre un 5 y un 7% de los niños y un 4-5% de los adultos, tal y como apunta la OMS. Los estudios apuntan a que su presencia se debe principalmente a factores genéticos en la mayoría de los casos, aunque también puede deberse a daños durante el periodo de gestación en el desarrollo del cerebro o a lesiones cerebrales durante los primeros meses de vida. Las personas que lo padecen suelen sufrir problemas de concentración y de atención, la desorganización e incapacidad para emprender, desarrollar y finalizar trabajos o tareas, la inconsistencia, la imposibilidad de planificarse de una forma adecuada o los despistes continuos.

Generalmente, el tratamiento conlleva por un lado una parte terapéutica y por otra farmacológica, principalmente los estimulantes tipo basados en una reformulación de solo dos moléculas estimulantes, metilfenidato y anfetamina. Pero los hábitos de vida también influyen, incluida la alimentación.

Un equipo de expertos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), coordinado por el profesor de Neurociencia de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación, Diego Redolar, investigador del grupo Cognitive NeuroLab de los Estudios de Ciencias de la Salud, ha analizado la posibilidad de incluir la cafeína dentro de las posibilidades terapéuticas para mitigar algunos de los síntomas del TDAH. El estudio ha sido publicado en la revista Nutrients, y concluye que el consumo pautado de cafeína puede incrementar la atención y la capacidad de retención en adolescentes y adultos que padecen este trastorno psiquiátrico.

Café con leche

Tal y como explican desde la UOC, “esta sustancia mejora esta clase de procedimientos cognitivos y aumenta la capacidad y flexibilidad atencional tanto en la atención espacial y la atención selectiva como en la memoria de trabajo y la memoria a corto plazo”, recalca Vázquez, quien añade que el tratamiento controlado de esta sustancia “no altera la presión arterial ni conlleva una subida o una bajada del peso corporal”.

Los resultados no son claros en relación con otros síntomas característicos del TDAH, como la hiperactividad y la impulsividad. “Los resultados son muy positivos, pero debemos tener mucha más precaución a la hora de pautar un tratamiento médico basado en la cafeína para estos síntomas. En los diagnósticos en los que el problema es puramente atencional, la cafeína puede ser una terapia adecuada; ahora bien, si existe una presencia sintomatológica de hiperactividad o impulsividad, hay que ser más prudentes”, asevera este experto.

Por último, los expertos aseguran que “queremos destacar que no estamos en contra de la medicación para el TDAH, pero sí estamos abiertos a investigar todas las opciones posibles para mejorar este tipo de trastornos y poder utilizar la cafeína desde el punto de vista terapéutico bajo todas las supervisiones médicas correspondientes, mediante un tratamiento pautado y un seguimiento”.