Si hay una operación estética que se ha puesto de moda en los últimos meses, esa es la bichectomía. No es algo nuevo, de hecho buena parte de las artistas de Hollywood vienen practicándose esta intervención estética desde hace años, pero por diversas razones está ahora más de moda que nunca. Esta pequeña cirugía logra buenos resultados a corto plazo y su rápida recuperación la ha convertido en un éxito.
La bichectomía es un procedimiento facial estético que consiste en extirpar de las mejillas las llamadas Bolas de Bichat, unos compartimentos de tejido graso que se encuentran dentro de las mejillas y que no son esenciales para el organismo. De hecho, su función es necesaria en los primeros años de vida, pero después ya no.
Por lo tanto, en ausencia de complicaciones, es una operación muy sencilla que tan sólo requiere una pequeña incisión en el interior de las mejillas, cerca de las bolsas de grasa, y una vez que el cirujano las localiza, simplemente las retira y completa su extracción para luego suturar la herida.
Es un procedimiento rápido, que apenas dura más de una hora en completarse. La recuperación puede durar hasta 14 días, dependiendo de la respuesta de cada persona. Durante los primeros tres días, se recomienda una dieta blanda y fría, así como evitar exponerse al sol para impedir que se pueda producir algún tipo de sangrado. Una vez se retiran las bolsas, la inflamación va disminuyendo durante un período que puede de 3 a 6 meses, y cuando esta desaparece, el tercio inferior de la cara se estiliza de forma notable dando una mayor proyección de los pómulos y una apariencia más alargada.
Se trata por lo tanto de una intervención exenta de complejidades, pero como todas no está libre de que pueda surgir algún contratiempo. Se puede producir una infección, una mala cicatrización de las incisiones, hematomas, acumulación de fluidos, entumecimiento o cambios en la sensibilidad de la zona, una hinchazón prolongada en el tiempo, lesiones en los nervios faciales o en el conducto facial, asimetrías en el rostro, ligero dolor persistente o un resultado estético no adecuado para las expectativas del paciente. En casos más graves puede derivar en una trombosis o las posibles consecuencias de una mala reacción a la anestesia. Pero al igual que puede ocurrir en cualquier otro tipo de intervención.
Las candidatas perfectas a hacerse una bichectomía son aquellas que tienen una cara demasiada redonda y que quieren estilizarla y resaltar sus pómulos. Kim Kardashian, Victoria Beckham o Jennifer Lawrence son algunas de las famosas que, según los expertos, han pasado por el quirófano para hacérsela, aunque lógicamente ellas no lo han reconocido. La última en reconocerlo en España ha sido Mar Torres, la novia influencer de Froilán, sobrino del rey Felipe.
El precio puede rondar los 1.000 o 1.200 euros por lo que, dentro de lo que cabe, es asequible. Eso sí, antes de someterse a la operación, se debe consultar con un médico especialista para ver si resulta adecuada para armonizar el rostro de una persona o no.