El nuevo año ha comenzado bajo la amenaza de la tercera ola de la Covid-19. Ante el aumento de casos, ya se están tomando medidas oportunas de confinamiento y cierres perimetrales con el objetivo de contener los contagios, lo que provoca un aumento de la ansiedad de la población que ya lleva mucho tiempo conviviendo con el coronavirus y con las medidas derivadas para garantizar la protección personal y de los demás.

Por eso, es bueno ponerse a realizar actividades que puedan aliviar estos síntomas de ansiedad. Entre ellas se encuentra la jardinería que, aunque a muchos les pueda sorprender, puede tener una acción muy beneficiosa sobre la salud mental de las personas.

PlantaLa jardinería es un gran desconocido a la hora de mejorar el estado de ánimo

Son muchos los estudios que han demostrado que esta práctica puede reducir los síntomas de ansiedad y depresión, mejorar la atención, interrumpir los pensamientos negativos, bajar los niveles de cortisol –la hormona del estrés– y aumentar la satisfacción y la calidad de vida en general. Incluso un estudio concluyó que los microorganismos que se encuentran en el suelo activan las células cerebrales que podrían producir serotonina, por lo tanto, mejoran el estado de ánimo.

La jardinería incluso se ha utilizado como terapia en diversas ocasiones. Por ejemplo, en una investigación que se llevó a cabo por la Universidad Arcadia, se concluyó que mejoraba el bienestar psicosocial de las personas en prisión e incluso puede reducir las tasas de reincidencia.

A diferencia de otros tipos de terapias cognitivo-conductuales, la jardinería forma parte de las terapias artísticas, es decir, prácticas relacionas con el trabajo manual que mejoran notablemente el bienestar mental de los pacientes.

Pero… ¿por qué produce estos beneficios? Sembrar semillas, verlas crecer y cuidarlas, ejerce un efecto beneficioso. Además, puede mejorar la autoestima al encontrar un pequeño propósito en el día a día, cuestión muy importante para las personas que padecen depresión. La jardinería no solo tiene potencial terapéutico físico y mental, sino también utilidad. Pero hay que hacerlo bien para que no resulte contraproducente. Estos son algunos consejos para poner en práctica.

Comenzar con algo fácil

La jardinería es un arte y en algunos aspectos puede resultar complicada. Por eso, si se está utilizando por ejemplo para calmar la ansiedad, es mejor comenzar con algo fácil, como las plantas aromáticas (cebollino, menta, perejil, tomillo, romero) o el aloe vera. Son plantas duraderas que aguantan bien en espacios urbanos.

Fijarse bien a la hora de comprar

Las plantas tienen necesidades diferentes, por eso, antes de adquirirlas, hay que asegurarse sobre cuestiones como la frecuencia de riego o cuidados específicos. Si una persona está muy estresada y se hace con una planta que requiera mucho trabajo, puede causarle más ansiedad.

MacetasSe recomienda comenzar con plantas que requieran un cuidado sencillo

Hacerse con el material adecuado

Después de evaluar el espacio que uno tiene, hay que hacerse con el material necesario. Por ejemplo, jardineras, regaderas, abono. Lo mejor es acudir a un lugar especializado y dejarse guiar por un profesional.