Aunque en Europa no es demasiado conocido, el modelo Tokkatsu tiene una amplia tradición en Japón, sobre todo en la educación infantil y en las escuelas. Se trata de un modelo de educación que se denomina holística, porque comprende al niño en toda su dimensión, y se ha introducido en las escuelas primarias del país nipón con un alto porcentaje de éxito. Los objetivos son bien claros y, no solo se puede llevar a cabo en el colegio, sino que se puede poner en práctica en casa también.

Con este sistema, los alumnos participan en las llamadas actividades especiales, que no son otra cosa que tareas típicas como limpiar el aula o ser líder por un día (nitchoku) que se añaden al currículum académico y se convierten en un componente básico de la educación en este país.

Clase Japón

Buscan complementar y equilibrar el desarrollo de las capacidades físicas, emocionales e intelectuales de los alumnos. Y los resultados son muy positivos. De hecho, los estudios han demostrado que promueve la autoestima, el autoconocimiento y la autonomía y que tiene muy buenos resultados en Japón. En concreto, las actividades están dirigidas a desarrollar la personalidad, habilidades de trabajo en equipo, pertenencia, valores de higiene, responsabilidad y creatividad.

Es importante que los niños practiquen el trabajo en equipo para colaborar con sus compañeros con el fin de alcanzar los objetivos. Por eso se promueve la participación de los estudiantes en la higiene escolar, educación alimentaria, autoprotección y comportamiento. Los alumnos también diseñan actividades y establecen metas para ellos mismos, incluidos los mecanismos de implementación.

El método se desarrolla de la siguiente manera: todas las mañanas, los alumnos tienen una reunión en la que se establecen las tareas necesarias y se reparten las mismas. Durante el día, complementando a la actividad académica, se desarrollan y a última hora del día se hace una revisión para comprobar el trabajo realizado. También es muy importante la colaboración de los padres con los profesores, para asegurarse el éxito del método y la consecución de los objetivos.

El sistema Tokkatsu ha atravesado fronteras. De hecho, fruto de una colaboración entre las autoridades japonesas y egipcias, y con el objetivo de desarrollar una nueva infraestructura educativa en este último país, se han establecido un número importante de colegios egipcio-japoneses que se basan precisamente en la aplicación de este método.

Niños

Según han resumido los responsables educativos egipcios, quieren inculcar a los estudiantes estabilidad emocional, valores, actitudes y destrezas sociales. Todas ellas habilidades que, junto con las mencionadas anteriormente, son según los expertos la base de las necesidades que tendrán que fomentar los niños de hoy en día para enfrentarse a lo que será el futuro del mercado laboral, un complejo mundo multicultural donde los conocimientos, a pesar de su importancia, no son la base única. En Egipto, de hecho, ya hay unos 100 mil profesores recibiendo formación sobre este nuevo sistema.