Las comunidades anunciaron que, más allá del toque de queda, se anunciarían nuevas restricciones y ya empezamos a conocer a algunas de ellas. El presidente del gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha anunciado el confinamiento perimetral de toda la región y también añade que mantiene los estrictos por las ciudades de Zaragoza, Huesca y Teruel. Las medidas anunciadas se ponen en funcionamiento esta misma madrugada y se alargarán hasta el 9 de noviembre.

Lambán también ha indicado que la libertad para salir de Aragón se dará en casos especiales, justificados y con permiso. A modo de ejemplo, por motivos laborales y empresariales, retorno al lugar de residencia, cuidado de personas menores, mayores, con discapacidad o vulnerables, y asistencia a los centros educativos.

En rueda de prensa, Lambán también ha pedido al gobierno de Pedro Sánchez ayudas y especialmente enfocadas a la restauración y el hosteleria: "No es justificable que por motivos externos, este colectivo pateixa este descalabro". Además, también pide la reunión con todos los ayuntamientos para elaborar un plan de choque.

Asturias también

Por su parte, el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, propondrá esta tarde el cierre perimetral en la reunión de comité de crisis de la Covid-19, en la que participarán al alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli; la alcaldesa de Gijón, Ana González; y la de Avilés, Mariví Monteserín. Estas tres ciudades ya tienen decretado su confinamiento perimetral.

El jefe del ejecutivo ya defendió el pasado mes de junio que las comunidades con peores datos continuaran en estado de alarma hasta mejorar su situación epidemiológica y, la semana pasada, Barbón fue uno de los primeros presidentes autonómicos al solicitar su entrada en vigor.

En paralelo, la consellera de la Presidencia, Meritxell Budó, ha admitido que una de las opciones que hay sobre la mesa es el confinamiento de fin de semana. En una entrevista en Catalunya Radio este lunes, Budó ha señalado que es cuando hay más interacción social y ha remarcado que empieza a haber una tensión "importante" en el sistema sanitario. La portavoz del Govern ha asegurado que en estos momentos los datos son "malos y preocupantes" y por eso no ha escondido que el confinamiento durante el fin de semana es un "escenario contemplado".