El intestino permeable o aumento de la permeabilidad intestinal, es un trastorno que provoca que las membranas del intestino, cuya función es de barrera de defensa, permitan que los nutrientes pasen al resto del organismo a través del torrente sanguíneo.

Cuando el equilibrio normal se rompe y pasan más sustancias de las que deben, como bacterias, toxinas y partículas de alimentos no digeridos, es porque la permeabilidad ha aumentado y puede volverse perjudicial para la salud. De hecho, en este estudio, por ejemplo, se asocia el aumento de la permeabilidad intestinal con varias enfermedades crónicas y autoinmunes, como la diabetes tipo 1 y la enfermedad celíaca.

DiabetesLa permeabilidad intestinal está asociada a la posibilidad de sufrir diabetes

Por su parte, algunos profesionales también estiman que el intestino permeable desencadena una inflamación generalizada y estimula una reacción inmunológica, lo que causa varios problemas de salud que se conocen colectivamente como síndrome del intestino permeable, no reconocido científicamente, que conduce a diversas afecciones como las enfermedades autoinmunes, migrañas, sensibilidad a los alimentos, afecciones de la piel, confusión mental y fatiga crónica.

Posibles tratamientos para la permeabilidad intestinal

En lo referente a la dieta, conviene evitar alimentos que pueden irritar, como los productos refinados y procesados. En caso de que lo prescriba el médico, puede ser conveniente realizar un estudio de intolerancias o de alergias alimentarias.

Asimismo, se puede tratar de reponer la flora intestinal con la toma de probióticos y prebióticos en función de las condiciones de la persona. La ingesta de suplementos específicos como vitaminas, minerales y aminoácidos pueden ayudar a reparar la pared intestinal.

En cuanto a la prevención, hay una serie de alimentos que conviene conocer porque sirven de ayuda para prevenir un aumento de la permeabilidad intestinal y mejorar la salud digestiva. A continuación vamos a ver qué alimentos están recomendados:

  • Verduras

Brócoli, acelgas, espinacas, jengibre, champiñones y calabacín.

  • Raíces y tubérculos

Patatas, batatas, zanahorias, calabazas y nabos.

  • Verduras fermentadas

Kimchi, chucrut y tempeh.

  • Fruta

Coco, uvas, plátanos, arándanos, frambuesas, fresas, kiwi, piña, naranjas, mandarina, limón, limas, maracuyá y papaya.

  • Semillas germinadas

Semillas de chía, semillas de lino, semillas de girasol.

  • Cereales sin gluten

Trigo sarraceno, amaranto, arroz (integral y blanco), sorgo y avena sin gluten

  • Grasas saludables

Aceite de Oliva, aguacate, aceite de aguacate y aceite de coco.

  • Pescado

Salmón, atún, arenque y otros pescados ricos en omega 3.

SalmónEl salmón es uno de los alimentos más indicados para proteger las paredes intestinales

  • Carnes y huevos

Cortes magros de pollo, ternera, cordero, pavo y huevos.

  • Productos lácteos fermentados

Kéfir, yogur, yogur griego y suero de leche tradicional.

  • Bebidas

Caldo de huesos, tés, leche de coco, leche de nueces, agua y kombucha.

  • Frutos secos

Frutos secos crudos, incluidos cacahuetes, almendras y productos a base de frutos secos, como leches de frutos secos.

En resumen, una dieta que promueva la salud digestiva debe enfocarse en vegetales fibrosos, frutas, vegetales fermentados, productos lácteos cultivados, grasas saludables y carnes magras sin procesar.