Tratar de mantener la cabeza en las mejores condiciones de funcionamiento es una de las mejores ideas a la hora de velar por nuestra salud. Al fin y al cabo, del cerebro salen una gran parte de las órdenes que nos mantienen con vida.

Dentro de esa idea de cuidar la mente, los alimentos que consumimos también desempeñan un papel importante y pueden mejorar tareas mentales concretas, como la memoria y la concentración.

Por eso, a continuación vamos a ver cuatro alimentos que nos pueden ayudar en ese sentido.

Café

El café es un elemento presente en las mañanas y sobremesas de millones de personas. Contiene dos componentes como son la cafeína y los antioxidantes, que ayudan al cerebro.

La cafeína tiene una serie de efectos positivos en el cerebro, que incluyen un mayor estado de alerta gracias a que bloquea la adenosina, un mensajero químico que provoca somnolencia y una mejora del estado de ánimo, gracias a que puede estimular la serotonina.

Un estudio reveló que cuando los participantes bebían un café grande por la mañana o cantidades más pequeñas a lo largo del día, eran más efectivos en las tareas que requerían concentración.

CaféEl café cuenta con varios beneficios para la función cerebral

Arándanos

Los arándanos y otras bayas de colores intensos aportan antocianinas, un grupo de compuestos vegetales con efectos antiinflamatorios y antioxidantes. Los antioxidantes actúan tanto contra el estrés oxidativo como contra la inflamación, condiciones que pueden contribuir al envejecimiento cerebral y enfermedades neurodegenerativas.

Se ha descubierto que algunos de los antioxidantes de los arándanos se acumulan en el cerebro y ayudan a mejorar la comunicación entre las células cerebrales.

Brócoli

El brócoli tiene muchos compuestos vegetales beneficiosos, incluidos antioxidantes.

También es muy rico en vitamina K, proporcionando más del 100% de la ingesta diaria recomendada en una porción de una taza (unos 90 gramos). Esta vitamina soluble en grasa es esencial para la formación de esfingolípidos, un tipo de grasa que está densamente empaquetada en las células cerebrales.

Algunos estudios en adultos mayores han relacionado una mayor ingesta de vitamina K con una mejor memoria. Pero más allá de la vitamina K, el brócoli contiene una serie de compuestos que le proveen de efectos antiinflamatorios y antioxidantes, que pueden ayudar a proteger el cerebro contra posibles daños.

Semillas de calabaza

Las semillas de calabaza contienen poderosos antioxidantes que protegen el cuerpo y el cerebro del daño de los radicales libres. También son una excelente fuente de magnesio, hierro, zinc y cobre, siendo cada uno de estos nutrientes importantes para la salud del cerebro.

El déficit de zinc tiene relación con enfermedades neurológicas como el Alzheimer, el Parkinson o la depresión. El magnesio es muy importante pea el aprendizaje y la memoria. Por su parte, el cobre ayuda a controlar las señales nerviosas. Finalmente, la deficiencia de hierro tiene incidencia en la confusión mental y el deterioro de la función cerebral.