Llega Navidad, y con ella las largas comidas, las eternas sobremesas, los brindis, los cambios de horario y una carga emocional que, para bien o para mal, se siente con más intensidad que el resto del año. Son días especiales, pero también un período en el que nuestro cuerpo —y especialmente el corazón— puede notar los excesos.

De hecho, diversos estudios lo confirman: durante las fiestas de Navidad aumentan de manera significativa los eventos cardiovasculares. Un trabajo de la Universidad Duke, titulado The Holidays as a Risk Factor for Death, señala un incremento de hasta el 8% en la mortalidad cardíaca, con el día de Navidad como el de mayor incidencia. Los motivos son diversos: estrés emocional, desajustes en la alimentación, mayor consumo de alcohol y una cierta relajación en el seguimiento de los tratamientos médicos habituales.

Por eso, la Dra. Antonela Costa Varsi, cardióloga, nos comparte 10 recomendaciones sencillas y realistas para disfrutar de las fiestas sin poner en riesgo la salud del corazón.

Gestiona el estrés emocional

Los encuentros familiares pueden ser muy bonitos, pero también intensos. Intenta relativizar conflictos, escuchar más y cuidar tu bienestar emocional.

Evita los excesos calóricos

Disfrutar de la comida no significa comer en exceso. Prioriza la calidad por delante de la cantidad y escucha las señales de saciedad del cuerpo

Modera el consumo de alcohol

El alcohol aporta muchas calorías, desinhibe y puede ser tóxico para el corazón, especialmente en personas con patologías previas.

Controla la ingesta de sal

Un exceso de sal puede provocar retención de líquidos, aumentar la presión arterial y descompensar problemas cardíacos existentes.

Reduce azúcares y grasas

Estos alimentos favorecen el aumento de grasa visceral, estrechamente relacionado con un mayor riesgo cardiovascular.

No abandonéis la medicación

Aunque cambien los horarios o estés de viaje, sigue las pautas médicas con la misma rigurosidad que el resto del año.

Evita esfuerzos después de las comidas

Hacer ejercicio intenso o esfuerzos físicos importantes durante la digestión puede sobrecargar el corazón.

Respeta el descanso nocturno

Dormir lo suficiente ayuda a regular la presión arterial, el ritmo cardíaco y el estrés.

Mantén la actividad física

Caminar, hacer ejercicio suave o mantener rutinas habituales ayuda a compensar los excesos y a cuidar el sistema cardiovascular.

Aprovecha el cambio de año para cuidarte

El final de año puede ser un buen momento para dejar de fumar, perder peso o incorporar hábitos más saludables a largo plazo.

Disfrutar de la Navidad y cuidar el corazón no son conceptos incompatibles. Con pequeños gestos, un poco de conciencia y sin renunciar al placer de compartir mesa y momentos con quienes amamos, es posible vivir las fiestas con plenitud, alegría y salud. Escuchar el cuerpo, respetar los límites y mantener los hábitos básicos de cuidado cardiovascular puede marcar una gran diferencia. Porque cuidar el corazón durante la Navidad no significa dejar de celebrar, sino hacerlo de una manera más amable con nosotros mismos y con nuestra salud.