El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha advertido este miércoles que la desobediencia civil y la legitimidad democrática son "un hecho contradictorio" y ha recalcado que una parte del Estado "no puede llamar a destruir las bases del Estado" porque es una "contradicción 'in terminis'".

Puig se ha pronunciado en estos términos en declaraciones a los medios en Alicante al ser preguntado por como valora el llamamiento a la desobediencia civil que han hecho algunas autoridades de Catalunya en el contexto del 1-O y ante la eventual sentencia condenatoria del procés.

"La desobediencia civil y la legitimidad democrática son un hecho contradictorio. Cuando uno es el representante del Estado en una comunidad autónoma tiene unas obligaciones y una legitimidad; si erosiona su propia legitimidad nos encontramos ante un problema que afecta a la democracia", ha considerado Puig.

Preguntado por si este llamamiento es "un paso más", ha manifestado que una parte del Estado "no puede llamar a destruir las bases del Estado" porque es "una contradicción 'in terminis'". Según él, "más allá de las grandes alocuciones y el espacio de confrontación permanente, hace falta primero respetar la ley y, a continuación o al mismo tiempo, hablar" porque la confrontación "no lleva a ningún sitio".