La CUP quiere que la Generalitat se retire de las acusaciones contra activistas y el Departamento de Interior defiende que está haciendo cambios estructurales en el cuerpo para democratizarlo y renovarlo. En medio de todo hay más de 3.000 represaliados independentistas en Catalunya, y uno de ellos es Marcel Vivet, condenado a cinco años de prisión por desórdenes y haber herido levemente a un mosso en la protesta Holi contra la manifestación del sindicato policial españolista Jusapol. A raíz de estos hechos, en un primer momento los servicios jurídicos de la Generalitat llegaron a pedir más de cuatro años de prisión para Vivet, que finalmente redujeron a sólo seis meses, un hecho que el joven activista de Badalona critica con contundencia: "El representante del pueblo de Catalunya, más que representar el pueblo, representa los intereses de los lobbies y sindicatos policiales que están plagados de extremismos de extrema derecha y españolistas con una ideología clarísima contra la independencia y los movimientos sociales".

Así lo ha dicho Vivet desde el atril del Parlament, en una rueda de prensa acompañado de la CUP y también del represaliado Adrià Catasús, horas previas a la comparecencia en la comisión de Interior del conseller Joan Ignasi Elena, que dará explicaciones a petición de la formación anticapitalista sobre la acusación de la Generalitat en ambos casos. Vivet ha recordado que participaron de aquella manifestación para apoyar al Govern, que llamaba a las movilizaciones por el derecho a la autodeterminación y los derechos sociales, y ha asegurado que no dejarán de hacer este activismo. Ahora bien, ha lamentado que no haya interés de los grupos políticos más allá de la CUP de "cuestionar la labor de los cuerpos policiales". Asimismo, ha pedido a los representados políticos que controlen y corten las alas a los sindicatos policiales, que ha asegurado que son una pata más del régimen para ejercer la represión: "Hasta que no lo hagan, no serán representantes de nuestro pueblo", y ha avisado de que las instituciones catalanas están demostrando ser "aliadas de la represión española" contra el pueblo catalán.

También ha intervenido a Adrià Catasús, a quien la Fiscalía pide ocho años de prisión y que está acusado por el mismo agente de los Mossos, por los mismos hechos y por una lesión idéntica, a pesar de que en una primera versión este agente dijo que sólo había recibido un golpe. Catasús ha lamentado que se estén modificando las versiones y se estén inventando golpes, y ha considerado que estas cosas no tendrían que estar pasando en un gobierno independentista.

Atestados policiales cocinados

Por parte de la CUP el diputado Xavier Pellicer ha insistido en la anomalía de esta duplicidad de casos, y ha explicado que será una de las cuestiones en las que incidirá a la comisión de esta tarde en el Parlament. La única prueba de cargo que acusa y condena en Vivet es el testimonio del mosso, y es así que Pellicer ha asegurado que se encuentran ante un caso de construcción de los atestados policiales, que a su parecer "se construyen bajo criterios políticos y se cocinan a posteriori de las movilizaciones", con lo que se conoce como "la aplicación del derecho penal enemigo", en el sentido de que no se acusa por los hechos que se ven y pasan en las movilizaciones, sino por quien los está protagonizando.

Adrià Catasús, Xavier Pellicer y Marcel Vivet / Fotografía: C. R

Según ha recordado la formación anticapitalista, el mosso d'esquadra no declaró hasta al cabo de 10 días, primero dijo que había recibido una golpe y después de que habían sido diversos: "Nos encontramos en dos procesos judiciales en marcha donde la Generalitat está personada en los dos y donde utiliza las mismas lesiones para personarse como acusación contra dos personas diferentes", ha insistido Pellicer, que ha denunciado una persecución contra las movilizaciones con una intencionalidad política clara: "De nuevo crece el círculo de impunidad y la actuación sin ningún tipo de control de los Mossos", y ha pedido más transparencia para conocer las actuaciones de los agentes, tanto con respecto a la calle como también cuando "se cocinan los atestados policiales". "Existe un clima de absoluta impunidad que facilita todas acciones policiales con clara intencionalidad política", ha insistido.