Los comuns no harán la zancadilla. La líder d'En Comú Podem, Jéssica Albiach, ha dejado patente este miércoles que su grupo parlamentario ve bien el acuerdo de presupuestos al cual han llegado el Govern y el PSC. A pesar de la cesión de ERC con la exigencia de la B-40 y el consenso en otros macroproyectos como la ampliación del aeropuerto y el Hard Rock, los comuns aseguran que se ha cumplido con su línea roja: ni una sola partida presupuestaria para ninguna de estas tres infraestructuras. Un reclamo reiterado en varias ocasiones y que se había hecho saber que podría hacer traquetear la aprobación de las cuentas si los lilas retrocedían, pero que finalmente no será así.

Así pues, en ojos de Jéssica Albiach el acuerdo entre el ejecutivo y los socialistas no aporta ninguna novedad excepcional y tan solo es una "declaración de intenciones" que no compromete de ninguna manera a la Generalitat y que "difícilmente se podrá llevar a cabo". Sin embargo, la líder de los comuns sabe que los proyectos pueden impulsarse en el Parlament, donde contarán con el apoyo también de Junts y la derecha españolista. Pero si este es el caso, los lilas ya avisan de que se opondrán "de manera frontal". De todos modos, Albiach ha señalado que, más allá de estos puntos más calientes, el acuerdo en el resto de puntos no tensa mucho ni se aleja de las suya visión de país. Todo lo contrario: para la líder de los comuns, el PSC tan solo se ha sumado a las propuestas que ya habían hecho en materia de energías renovables, sanidad y movilidad. "Muchos de los acuerdos a que han llegado se suman en los fundamentos que nosotros habíamos puesto".

Por otra parte, también ha habido un ofrecimiento en el Govern por si desea apostar por medidas y políticas que vayan en la línea opuesta. A pesar de saber que "con las mayorías actuales" no hay un apoyo lo suficiente fuerte, los comuns harán de oposición transformadora, "empujando cuestiones positivas y parando los pies en los que quieren devolver al pasado".

Advertencia: la legislatura puede ser corta

Pero también ha habido tiempo para advertencias al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. "Los acuerdos están para cumplirse", ha rematado, recordando así el pacto al cual llegaron el ejecutivo y los lilas ahora hace un mes y medio. Si aquel entendimiento no se respeta, el presidente se podría enfrentar a problemas. "La duración de la legislatura la decidirá Aragonès, pero si no cumple los acuerdos se le puede hacer muy larga o muy difícil", ha disparado, antes de añadir que ya no valen excusas. Y en todo caso, la aprobación de los presupuestos no se tiene que entender nunca como un acuerdo de estabilidad. Una advertencia que también ha hecho unas horas antes el jefe de la oposición, Salvador Illa.