La defensa de Clara Ponsatí presenta hoy los argumentos contra su extradición. Hoy está citada a la vista preliminar ante un tribunal de Edimburgo.

En marzo, el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena emitió una euroorden de detención contra la consellera, a quien se le imputan cargos de rebelión y malversación de fondos públicos relacionados con la declaración de independencia de Catalunya y la celebración del referéndum ilegal independentista del 1 de octubre del 2017.

Ponsatí se entregó a finales de marzo y la justicia escocesa la dejó en libertad condicional con medidas cautelares, por lo que no puede salir del país.

La vista preliminar, que empieza a las 9 horas, está prevista que dure en torno a una hora y media.

Es la segunda que se hace sobre la extradición de Ponsatí y antes del juicio que está fijado para el 30 de julio.

La línea de defensa

La defensa de Ponsatí basará sus argumentos en contra de su entrega a la justicia española en el hecho de que los cargos que se le imputan tienen una motivación política. Ponsatí cuenta con Aamer Anwar como representante legal y con Gordon Jackson como abogado defensor ante los tribunales, ya que en la justicia británica hay dos figuras de letrados, uno que representa y otro que defiende.

Después de marcharse a Bélgica al lado del president Carles Puigdemont —en libertad con fianza a la espera de que la justicia alemana se pronuncie sobre su extradición— y Toni Comín, Meritxell Serret y Lluís Puig, Ponsatí se reincorporó a principios de marzo a su sitio de profesora de Economía de la Universidad de S. Andrews en Escocia.

Ponsatí ha puesto en marcha una campaña de microfinanciación para pagar los gastos de su defensa con la cual ha recaudado hasta ahora unas 249.000 libras (unos 282.000 euros).

Su abogado, Aamer Anwar, cree que las autoridades españolas podrían hacer cambios en los cargos que se le atribuyen a su cliente. Y en este sentido, la sedición es el delito que está bajo sospecha de todos.

El Tribunal Supremo respondió a la justicia alemana uno de los requerimientos abriendo la puerta al procesamiento por sedición este abril pasado por si los jueces consideran que no se dan los requisitos para entregarlo por rebelión al no apreciar violencia en los hechos. "Me parece que las autoridades españolas están intentando cambiar los cargos porque tienen miedo de perder", dice Anwar, que añade que el objetivo es "intentar suavizar los cargos para que Puigdemont y sus compañeros vuelvan a España para ser juzgados".