Tener el gobierno en funciones desde hace casi un año le está saliendo caro a España. Y es que las visitas de mandatarios internacionales en la Moncloa se han hundido desde el pasado mes de febrero, cuando Sánchez recibió la última visita de un dirigente extranjero. Concretamente, la del presidente del Perú, Martín Vizcarra.

Fuentes diplomáticas de uno de los grandes Estados-miembro de la UE reconocen su frustración por el hecho de tener paralizados viajes a Madrid de algunos ministros por el bloqueo político en España, según ha adelantado El País.

Las únicas visitas que ha recibido Sánchez desde que empezó la espiral de elecciones y negociaciones fallidas para formar Ejecutivo han sido las de dirigentes de la UE que no tienen nada que ver con los calendarios políticos, como es el caso del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, la presidenta electa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el comisario europeo para el Presupuesto, Günther Oettinger, y más recientemente el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

La otra figura del gobierno en funciones afectada por el bloqueo ha sido la del ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, que en los últimos meses sólo ha recibido la visita del ministro británico para el Brexit, Stephen Barclay, o el ministro de Exteriores de Senegal, Amadou Ba.

El gobierno liderado por Sánchez ha intentado compensar esta sequía haciendo acto de presencia en las principales cumbres internacionales que se han celebrado este año, como son las cumbres europeas o la Asamblea General de la ONU, que tuvo lugar el pasado mes de septiembre en Nueva York.

Además, España también ha conseguido arañar la organización en Madrid de la cumbre por el clima ―que estaba prevista que se celebrara en Santiago de Chile a principios de este mes de diciembre― aprovechando la inestabilidad que vive el país latinoamericano a causa de las intensas protestas contra el gobierno.