Parece que Pedro Sánchez tiene la agenda demasiado llena para parar más de una mañana en Catalunya. El socialista aterriza en una visita relámpago este sábado en l'Hospitalet de Llobregat para participar en el acto central de campaña del PSC. Se espera que Sánchez dé un poco de vida y energías a una campaña socialista que ha optado por pasar desapercibida y evitar ser el centro de ninguna polémica.

En un principio, Sánchez tenía previsto hacer dos visitas a Catalunya, una en Lleida este sábado y otra en Barcelona y Santa Coloma de Gramenet el lunes. Alegando motivos de agenda, desde Ferraz, se ha cancelado la previsión del lunes y se ha optado por un acto de apuesta segura para el sábado. L'Hospitalet era uno de los bastiones históricos de los socialistas en las generales y, aunque el pasado 20-D perdieron el liderazgo a favor de En Comú Podem, el PSC todavía se mantiene como segunda fuerza con un 25% de los votos.

Esta reducción de la presencia de Sánchez en Catalunya contrasta con la estrategia de campaña que el partido llevó a cabo el 20-D. En aquella ocasión, el candidato a la presidencia acompañó Chacón en dos ocasiones. Además, las fechas escogidas fueron jornadas tan simbólicas como la de inicio y la de cierre de campaña.

Momentos difíciles para el PSC

El líder socialista, que esta vez ha decidido centrarse más en Madrid, deja en la estacada a Meritxell Batet al inicio de la segunda semana de una campaña que no está siendo fácil para el PSC. Y es que contratiempos no les faltan.

Batet sólo hace un par de meses que aterrizó en Barcelona a toda prisa, después de muchos años en Madrid, para tapar el vacío de la renuncia de Carme Chacón. Los resultados del partido en Catalunya están en caída libre desde el 2008 y han pasado de tener 25 diputados a conseguir sólo 8. En Comú Podem se ha hecho dueño de muchos de los grandes feudos del PSC dentro y fuera del cinturón rojo. En el debate independentista, el PSC sigue defendiendo la reforma de la Constitución, una opción que por lo visto pierde adeptos día a día, en un escenario cada vez más polarizado.

Lleida, un diputado en peligro

Lleida es una zona donde el partido tenía que invertir esfuerzos por mantener al diputado que consiguieron el 20-D al quedarse con el segundo escaño de Democràcia i Llibertat (DiL) por un poco menos de 1.300 votos de diferencia. La visita de Pedro Sánchez habría sido de gran ayuda en aquella demarcación que, finalmente, se tendrá que conformar con un acto de Batet en solitario.

Ni Felipe, ni Susana

Aparte del secretario general del partido, Batet ha recibido ya al expresidente español José Luís Rodriguez Zapatero, y el exministro Jordi Sevilla, y se espera a Patxi López, secretario general del partido socialista vasco y hasta ahora presidente del Congreso. Pero este desfile de caras conocidas del partido tampoco iguala el despliegue organizado por el 20-D.

Uno de los grandes ausentes es el expresidente del gobierno español Felipe González. Batet se ha pasado mítines y diálogos recordando los derechos y las libertades que se consiguieron en la salida de la dictadura con el PSOE al frente del gobierno. Por eso, al PSC le habría ido perfecto poder tener en vivo y en directo la figura de González y todos los valores de la Transición que este representa para buena parte de su electorado, sobre todo para los votantes más mayores. Pero parece que no podrá ser.

En cuanto la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, tampoco visitará Catalunya, a diferencia del 20-D. Esta vez, la baronesa está trayendo más problemas que soluciones al hacer del anticatalanismo una de las banderas de su campaña, cosa que deja Batet en una posición complicada.

Ante este panorama, el partido asegura que son ellos los que no han pedido la presencia de más líderes estatales y se lavan las manos de la cancelación de Pedro Sánchez: “Ni idea, eso es cosa de Ferraz”.