La misma semana en que el Govern ha considerado desierto el concurso de urnas, en la Moncloa cantan victoria porque creen que esta es una prueba de que la Generalitat no podrá celebrar el referéndum. El portavoz del ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, así lo ha dicho en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que ha tenido lugar este jueves de forma excepcional, pues el viernes Mariano Rajoy y una serie de ministros se encuentran de viaje en Varsovia. "Son los primeros pasos hacia la no celebración", se ha jactado el representante del ejecutivo.

"Que no vaya a haber urnas quiere decir que ninguna empresa quiere hacerlas, ni participar de una cosa ilegal. Que veamos todos los días que hay alcaldes que no quieren participar del referéndum ni ceder espacios para una cosa ilegal es normal, quiere decir que nadie quiere cometer ilegalidades. Por tanto, no se hará", ha afirmado el representante del Gobierno, aunque los seis alcaldes díscolos del PSC –algunos de los cuales irán a votar y cederán locales municipales para que se pongan las urnas– alarmaron tanto al Partido Popular, como al PSOE, como explicaba El Nacional.

La segunda pata en la estrategia de Moncloa es disuadir a los funcionarios de participar del 1 de octubre. Esta semana la Guardia Civil interrogó a determinados trabajadores de la Generalitat sobre el tema, pero De Vigo ha asegurado que el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, no habría informado durante el Consejo de Ministros sobre dicha cuestión. Eso sí, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, hizo un llamamiento este miércoles a que los independentistas "no arrastren a los funcionarios", si es que se quieren "despeñar".

En cuestiones de política española, De Vigo ha pasado sutilmente por la reprobación del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Congreso. El portavoz ha denunciado que sería un "error" el veto del PSOE a negociar con Montoro el techo de gasto, después de que el partido principal de la oposición haya dicho que no quería hablar con un ministro reprobado. Rajoy necesita que la cámara le apruebe la senda de estabilidad para los presupuestos del 2018 y la situación se le complica más aún, pues Ciudadanos añade el veto de rebajar el IRPF para volver en la mesa de negociación.

Tampoco le ha resultado cómodo al ministro portavoz la pregunta relativa a que presuntamente el rey Felipe VI habría vetado a su padre, Juan Carlos I, de la celebración de los 40 años de democracia en España este miércoles. No ha querido decir si la Moncloa estaba informada del tema y dio su apoyo a la Casa Real, pero ha recordado que se sintió "un profundo y cálido aplauso" a la tarea del monarca emérito. Este fue citado por su hijo durante el discurso de conmemoración, como uno de los artífices de la Transición el 15 de junio de 1977.