Los partidos unionistas están apostando fuerte por el discurso contra Catalunya durante la campaña de las elecciones andaluzas, que se celebran este domingo. El Nacional ha salido a las calles de Sevilla a preguntar a los andaluces qué piensan de esta estrategia y, sea por unos motivos o por otros, el mensaje no convence.

Buena parte de ellos acusan a los partidos de utilizar Catalunya como un arma más en la campaña. Unos se lo toman incluso como una "falta de respeto" teniendo en cuenta "la cantidad de problemas que hay en Andalucía" y lo ven como "populismo" para "arañar votos de la manera más cutre". El objetivo: "Quitar poder al PSOE, que lleva más tiempo que Franco aquí".

En la misma línea, hay quien defiende que "no es el debate" sin embargo, aclaran, que "eso no quiere decir que rechacemos a los catalanes ni mucho menos". "Catalunya es un elemento que los partidos centralistas necesitan para sobrevivir en estas tierras", aseguran. La estrategia creen que va dirigida al voto de derechas y al centralista, pero que también puede arrastrar a una franja de las izquierdas.

Muchos coinciden en tildarlo de "arma arrojadiza" o de "caballo de Troya" para no hablar de los problemas que afectan a los ciudadanos. De hecho, los mismos partidos que utilizan Catalunya prefieren evitar hablar del debate nacional que también existe dentro de la misma Andalucía. "En nuestro estatuto pone que somos una nación y no hay nada de qué avergonzarse pero siempre dan vueltas para no decirlo", se quejan.

En el otro extremo de esta ideología pero coincidiendo en el fondo de la cuestión, hay quien lo simplifica: "Catalunya no pinta nada aquí, que opinen de fútbol y se dejen de historias aquí. Cada uno en su sitio". El debate sobre la autodeterminación no es relevante para muchos, que deciden su voto según otras directrices.

Un ejemplo son parte del electorado de Vox, partido ultraderechista y que amenaza con su entrada en el Parlamento andaluz. Vox apuesta por políticas en contra de la inmigración, quiere derogar la Ley de Violencia de Género y, entre otras cosas, apoya mucho a la caza. Este argumento pesa en una comunidad con un gran número de cazadores: "Yo votaré a... como se llama... a Vox! Porque dará la legalidad a los cazadores que otros nos quieren quitar".

Sin embargo, también hay quien sigue la campaña a nivel autonómico y tiene una percepción diferente sobre el protagonismo de Catalunya en estas elecciones. "Yo creo que se están centrando más en la sanidad y servicios públicos andaluces, no creo que Catalunya esté tan presente", explican.

Estas opiniones conviven con otra parte de la población que directamente no sigue la campaña electoral ni tiene un especial interés en la política autonómica andaluza. Esto no sorprende en una comunidad que ha sido gobernada por el PSOE desde que terminó el franquismo. Los números de participación electoral corroboran este cierto desinterés: en 2015, votó un 62% de la población mientras que, por ejemplo, en las últimas elecciones catalanas la cifra superó el 79%.