El escritor Arturo Pérez-Reverte insultó ayer a los diputados españoles, asegurando que eran "gentuza", porque la sesión constitutiva del Congreso y en concreto la toma de posesión de los electos no fue de su gusto.

El insulto ha sido ampliamente criticado por la poca sensibilidad democrática y respecto a la pluralidad de su autor, pero uno de los que le ha parado los pies de la mejor manera ha sido el dirigente andalucista Pedro Altamirano, que ha encontrado una buena definición para el escritor: "Bloqueador de demócratas".

En un tuit, Altamirano ha definido la existencia de Pérez-Reverte: "Se compró hace tiempo una caverna, se metió en ella y sólo sabe disparar contra todo lo que se menea". Vaya, como si le hubiera llamado cavernario.