El Ayuntamiento de Verges (Baix Empordà) quiere acabar con la "impunidad" de las brigadas que, después del 1-O, han ido a la población hasta ocho veces a arrancar lazos amarillos y esteladas o a hacer pintadas de contenido fascista en fachadas de casas particulares. El alcalde, Ignasi Sabater (Junts fem poble-CUP), explica que la junta de gobierno local y el pleno acordaron por unanimidad ejercer de acusación en los procedimientos judiciales contra estos grupos.

Sabater volverá a ser alcalde después del 26-M porque, esta vez, la candidatura que encabeza es la única que se ha presentado a las elecciones. El alcalde cree que formaciones como Cs o el PP catalán "dan alas" a estos grupos cuando sus dirigentes retiran lazos amarillos públicamente y acompañados de medios de comunicación. Estos partidos, por el contrario, avalan que haya quien "saque simbología independentista" con la cual "no se sienten representados" y aseguran que es porque ayuntamientos como el de Verges no garantizan la neutralidad del espacio público.

Las cargas de Policía Nacional y Guardia Civil en colegios electorales durante el referéndum del 1 de octubre, el encarcelamiento de los líderes independentistas y la marcha de parte del Govern a Bélgica tiñeron de amarillo y llenaron de esteladas muchos municipios de Catalunya. Una denuncia pública que, para el independentismo, sirve para visualizar y rechazar la represión del estado español contra el movimiento.

Poco tiempo después, empezaron a aparecer grupos autoorganizados que se han dedicado a ir a diferentes poblaciones para arrancar lazos y esteladas. Uno de los municipios que ha estado en el "punto de mira" de estas brigadas es Verges, un pueblo con 1.189 habitantes y gobernado por Junts fem poble-CUP. Hasta ocho ataques fascistas denuncia la población que ha recibido, el último este domingo pasado.

El equipo de gobierno, con el apoyo de todo el pleno municipal por unanimidad, decidió "no dejar pasar ningún acto vandálico" y personarse como acusación, de la mano de la abogada Montserrat Vinyets, para intentar acabar con la "impunidad" de estas brigadas y conseguir que sus actos tengan consecuencias penales.

"No podemos dejar estos hechos impunes porque estaríamos dando carta blanca a estas personas a venir al pueblo a buscar conflicto", ha señalado el alcalde, a Ignasi Sabater, que considera que es responsabilidad de las administraciones públicas actuar con contundencia contra estas acciones.

El acuerdo de la junta de gobierno local aprobado en febrero resuelve que el ayuntamiento se persone como acusación popular a una investigación abierta en el Juzgado de instrucción 1 de la Episcopal de Empordà. "En atención a los graves hechos ocurridos la noche del 31 de julio al 1 de agosto del 2018 cuando, por parte de alguno o algunos de los integrantes de este grupo organizado que se dedica a inutilizar las esteladas, se dieron golpes y amenazaron con un cuchillo a dos vecinos del municipio", detalla la resolución que añade que eso generó "una notable sensación de alarma e inseguridad entre los vecinos y vecinas".

Por estos hechos, los Mossos d'Esquadra detuvieron en agosto a un vecino de Banyoles de 51 años (uno multirreincidente que acumulaba, con este, 26 antecedentes en su historial delictivo) como supuesto autor de los hechos y también identificó a cuatro personas más que formarían parte del grupo.

Pero más allá de este caso concreto, Sabater subraya que el ayuntamiento ha decidido utilizar todas las herramientas posibles a su alcance para frenar los ataques. El alcalde también muestra poca confianza en el papel de la justicia porque, de hecho, en el único caso de que ha llegado a juicio hasta ahora la fiscalía ni siquiera acusó.

Acabó en sentencia absolutoria porque el juzgado consideró que robar unas ochenta esteladas está "amparado" por la libertad de expresión y no es ningún delito ni de hurto ni de daños ni de coacciones (la acusación formulada por la acusación particular, ejercida en este caso por la Assemblea Vergelitana per la Independència). Han presentado recurso a la sentencia.

El equipo de gobierno también reclama al Govern, y sobre todo al Departament de Interior, que actúe con "más contundencia" contra estos "ataques fascistas". Una petición reiterada públicamente el lunes y que ya ha tenido respuesta porque el presidente de la Generalitat, Quim Torra, anunció ayer que el Govern denunciará a los "agresores" de Verges que participaron en los incidentes del domingo. "No podemos ceder ni un milímetro ante el fascismo", dijo Torra.

"¿Por qué Verges?"

"Muchas veces nos lo preguntamos, ¿por qué Verges?", afirma Sabater. De hecho, el alcalde recuerda que en el municipio hace de diez años que ondean las esteladas y cuentan incluso con autorización municipal y "nunca había habido ningún problema, ni con la gente del pueblo, ni con nadie." El primer episodio fue el pinchazo masivo de ruedas de 139 coches del 4 de noviembre del 2017.

"Los vecinos de Verges estamos, por una parte estupefactos porque no entendemos por qué viene gente de fuera del municipio a hacer estas acciones que yo considero muy graves y de la otra, cansados de estas visitas," ha expuesto al alcalde.

La presidenta de la Assemblea Vergelitana per la Independència, Noe Castillo (que en estas elecciones va en el número 5 de la candidatura encabezada por Sabater), también destaca que "asusta la impunidad" con la cual actúan estas brigadas: "No sabes si un día vendrán a tu casa y te sacarán la estelada del balcón, nos sentimos agredidos como pueblo".

Verges es un municipio con una amplia mayoría independentista. En las últimas elecciones municipales, se presentaron tres candidaturas (Junts fem poble-CUP, ERC y CiU), y todas ellas recogían en su programa electoral trabajar por la independencia de Catalunya. Con una participación del 76,35%, la lista municipalista consiguió la mayoría absoluta con cinco concejales y el resto de formaciones dos cada uno.

El boletín de información municipal de esta primavera recoge textos que los grupos municipales han hecho llegar a los vecinos valorando el mandato y, como no podía ser de otra manera, también hacen referencia a los episodios vividos los últimos meses. El grupo del PDeCAT anima los vergelitans a "no dejar de expresar nunca sus anhelos personales y colectivos, sean los que sean." ERC, por su parte, rechaza "las agresiones constantes a la libertad de expresión y la represión manifiesta de todo lo que no es ni piensa como ellos".

Otros partidos políticos como Ciudadanos o el PP catalán avalan la actuación de grupos de personas que descuelgan esteladas y sacan lazos amarillos porque consideran que es consecuencia directa porque los ayuntamientos no garantizan la neutralidad del espacio público. De hecho, dirigentes de las dos formaciones han retirado públicamente lazos, una actuación que para Sabater "da alas" a los comandos que los arrancan: "Respeto siempre a las personas pero las ideas las combato siempre también".

"Yo mismo he ido a sacar lazos porque entiendo que el espacio público tiene que ser preservado y la gente no se tendría que movilizar para hacerlo si los ayuntamientos lo respetaran", apunta a Jean Castel (Cs). "Si hay vecinos que quieren sacar esta simbología independentista para garantizar la neutralidad, yo lo respeto totalmente porque considero que es un trabajo que han dejado de hacer los equipos de gobierno y la irresponsabilidad de permitirlo es del alcalde", ha opinado Concepció Veray (PP catalán).

Única candidatura

De cara a las municipales del 26 de mayo no hay ninguna incógnita a desvelar. Junts fem poble-Alternativa municipalista es la única candidatura que se presenta y, por lo tanto, Ignasi Sabater continuará como alcalde. "La verdad es que nos ha sorprendido porque en las últimos elecciones se habían presentado al menos dos candidaturas", ha expuesto el alcalde que reconoce que le habría gustado que alguna otra formación también hubiera formado lista. "Siempre pensamos que cuanta más pluralidad hay en un pueblo mucho mejor, en todo caso ha ido así y nosotros seguiremos trabajando para todos los vecinos", ha dicho.

Haciendo balance a nivel político de estos cuatro años, Sabater lamenta que no pudieran llegar a un acuerdo con los concejales de los otros partidos para hacer un gobierno de concentración y trabajar juntos por el pueblo.

El alcalde no ha tenido un mandato plácido y no sólo por los comandos que arrancan lazos y esteladas. La fiscalía lo denunció como supuesto autor de un delito de incitación al odio por unas declaraciones hechas a los medios de comunicación por el asunto del pinchazo masivo de ruedas, cuando dijo "de día uniformados, de noche incontrolados". Por esta denuncia, declaró el junio pasado a un juzgado de la Episcopal de Empordà.

Además, la Policía Nacional lo detuvo el 16 de enero en el operativo por arrestar a los presuntos autores del corte de vías del AVE en Girona durante las protestas por el aniversario del 1-O en Girona. Por eso también declaró como investigado por desórdenes públicos en un juzgado de Girona. En sede judicial explicó que aquel día no participó en la movilización porque estaba trabajando.

La parte buena de todos estos episodios amargos, subraya el alcalde, es "la oleada de solidaridad" que han recibido desde todos los puntos del país y, también, que ha servido para unir todavía más el pueblo y "cerrar filas".