El caso del rapero mallorquín Valtònyc está a punto de tumbar la ley de protección de la monarquía de Bélgica, que data del año 1847 y que establece penas de prisión en caso de injurias al monarca, según informa el diario belga Knack. El problema ha aparecido porque en Bélgica casi nunca se ha aplicado esta norma y ahora se encuentra con que con la defensa que han hecho los Tribunales belgas de la libertad de expresión en el caso Valtònyc siguiendo la legislación europea, se ha entrado en contradicción con "esta reliquia del Antiguo Régimen".

El conflicto lo resolverá el Tribunal Constitucional belga a petición de los abogados de Valtònyc, y su decisión no derogará formalmente la ley sino que obligará a todos los tribunales del país a actuar bajo el nuevo criterio.

Knack

"Como un rapero español puede acabar con la ley contra las injurias a su majestad en Bélgica", titula el diario belga Knack

"El rap es un oficio de riesgo en España. La detención de Pablo Hasél en el recinto universitario catalán de Lleida el mes pasado no es un hecho único. En junio del 2018, Josep Arenas Beltrán, conocido con el nombre de Valtònyc, se marchó a Bélgica para escapar de una condena de tres años y medio de prisión. Igual que Hasél, Valtònyc fue procesado por injurias a la monarquía española, apología del terrorismo y amenazas en canciones contra políticos de derechas. No era su intención, pero ahora el rapero mallorquín está en camino de reescribir la historia belga. Lo más probable es que su exilio involuntario haga saltar nuestra ley del 6 de abril del 1847 sobre injurias a su majestad", señala el diario.

El rotativo afirma que todo ha sido obra de los abogados belgas del president Carles Puigdemont y del mismo Valtònyc, Paul y Simon Bekaert, que consiguieron tumbar en primera instancia la petición de extradición de España. Pero ahora se tiene que resolver un recurso y antes de que se dirima los abogados han pedido que el Tribunal Constitucional belga se pronuncie sobre la cuestión preliminar. Según cómo se resuelva tumbará la doble incriminación que busca España (que el mismo delito esté penado en los dos países). "¿Se puede seguir aplicando la ley del 6 de abril de 1847? ¿Esta ley viola el Convenio Europeo de Derechos Humanos?", se preguntará el Constitucional. El abogado Bekaert no esconde que existen "buenas razones" para que la ley belga sea omitida, y cita la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que prima la libertad de expresión.

Edward Anseele Viquipèdia Geschiedenis

Edward Anseele, el último gran caso de aplicación de la ley contra las injurias a la monarquía en Bélgica, en 1886 / Wikipedia

A diferencia de España dónde la persecución de delitos se sigue aplicando con holgura, en Bélgica el último precedente serio se tiene que ir a buscar al año 1886, cuando el dirigente socialista Edward Anseele fue condenado a 6 meses de prisión porque tildó a Leopoldo II de "asesino número 1 del pueblo". Hubo otro caso de imputación falsa de delito en el 2006 con un individuo que acusó en unos correos electrónicos al rey belga de pederastia. Fue condenado a 8 meses de prisión y al pago de 3.000 euros. Pero en ninguno de los dos casos se trataba de un artista o cantante con su obra.

El mismo Valtònyc se ha mostrado muy satisfecho por la renovación que puede provocar en Bélgica. Poner mi caso en manos de los derechos fundamentales es lo mínimo que podía hacer. Opinar de los poderosos no tiene que ser delito ni en Mallorca, ni en Bélgica, ni en ningún lugar del mundo. Gracias por el trabajo, Paul Bekaert i Simon Bekaert", ha indicado.

vALTÒNYC