La Associació Catalana d’Universitats Públiques (ACUP) exige que se deje la universidad al margen de la "pugna política" por los casos de titulaciones "irregulares" que afectan a varios dirigentes. Después de la polémica por los másters de Cristina Cifuentes, Pablo Casado y Carmen Montón, la tesis de Pedro Sánchez y las revelaciones de Ada Colau que le ofrecieron "facilidades" para acabar la carrera, las universidades catalanas han salido en defensa del trabajo que se hace en sus centros.

La ACUP asegura que los casos que ahora son objeto de polémica son situaciones "excepcionales", "puntuales y concretas", y defiende los controles "exhaustivos" que se hacen en las universidades. En este sentido, reclaman que no se los utilice como "arma arrojadiza" y alertan de que "lo que está en riesgo es la reputación del sistema". Una situación, afirman, que también afecta a su "proyección internacional".

El colectivo insiste en que la universidad "garantiza la igualdad de oportunidades" y pide a los responsables políticos que atiendan las necesidades que tienen, como la financiación, la autonomía universitaria o el envejecimiento de las plantillas.

La ACUP reúne la Universitat de Barcelona (UB), Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), Universitat Pompeu Fabra (UPF), Universitat de Girona (UdG), Universitat de Lleida (UdL), Universitat Rovira i Virgili (URV) y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).