Un nuevo capítulo en el procés y otra mentira de los partidos independentistas. Así es como han visto los unionistas el anuncio de la renuncia al acta de diputado del número 2 de Junts per Catalunya, Jordi Sànchez, que ha seguido la misma vía que la elegida por el conseller Joaquim Forn para ampliar sus posibilidades para salir de prisión provisional.

La renuncia de Jordi Sànchez supone una nueva retirada de un candidato a la presidencia de la Generalitat tras el paso al lado del president Puigdemont. Y esto abre la puerta a que un nuevo candidato, que con toda probabilidad sería Jordi Turull, pueda acceder al cargo. Sería la tercera opción de los independentistas.

Este nuevo giro en el relato del procés ha despertado el rechazo de las formaciones constitucionalistas, que consideran otro "engaño" más por parte de los soberanistas. La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha considerado que "nadie se creía" que Jordi Sànchez iba a ser investido president y que su candidatura representaba una forma de "alargar el procés, el lío, porque no tienen ganas de afrontar la realidad". "Esa propuesta de candidato no era real", ha expuesto.

En la misma línea, la portavoz del PSC, Eva Granados, ha asegurado que la renuncia de Sànchez al acta de diputado evidencia que Junts per Catalunya y ERC "engañan al electorado". "Es evidente que no tenía en la cabeza ser presidente", ha sentenciado la socialista.

Críticas a Turull

Tanto Arrimadas como Granados han rechazado la posibilidad de que el nuevo candidato sea Jordi Turull. La líder de Ciudadanos ha asegurado que no cree que la mejor solución para salir de la situación actual sea investir un president que sea "de la vieja guardia de la Convergència del 3%", ha soltado.

La portavoz socialista, por su parte, ha asegurado que Turull no cumple las condiciones que el PSC considera adecuadas para un nuevo president. Todo porque tiene causas judiciales pendientes aunque celebran que sea un candidato que pueda presentarse al Parlament.