Jordi Sànchez ha anunciado que renunciará al acta de diputado, de manera que da paso a la posibilidad de que Jordi Turull sea candidato a la investidura. Primero lo ha dicho su abogado ante el Tribunal Supremo y después lo ha hecho oficial Junts per Catalunya.

Sànchez ha escogido la vía Forn: renunciar a la política para poder salir de la prisión.

Durante la vista que se ha hecho esta mañana en el Tribunal Supremo, el abogado de Jordi Sànchez, Jordi Pina, ha hecho el alegato para defender la salida de la prisión del expresidente de la ANC. En este alegato, Pina ha defendido la voluntad de Sànchez de renunciar al acta de diputado del Parlament de Catalunya y volver a la docencia. Después, Sànchez, en el último turno de palabra, no ha enmendado al abogado, quien ha ratificado la estrategia de la defensa de abandonar la carrera política de Jordi Sànchez, que iba de número 2 Junts per Catalunya, con el fin de poder quedar en libertad provisional y salir de Soto del Real, donde está encerrado desde el 16 de octubre pasado.

Jordi Pina ha sido muy explícito y ha expuesto que con tal "de abrazar a sus hijos", Jordi Sànchez estaría dispuesto a dejar el escaño y a más aspiraciones políticas para poder salir de la prisión.

Con todo, la fiscalía no cambia de opinión y sigue pidiéndole la prisión. Por lo tanto, no se prevé que el tribunal decida en el sentido contrario. El ministerio público argumenta que "se han recogido nuevas e importantes evidencias sobre la concurrencia de violencia y de otros elementos del tipo penal, directamente imputables al solicitante, así como en la apreciación de un extraordinario riesgo de reiteración delictiva".

Los 10 minutos de Sànchez

Jordi Sànchez ha intervenido 10 minutos en el turno final de palabra. No ha dicho que renunciaba al acta de diputado. No le ha hecho falta, porque ya lo ha dicho su abogado.

Lo que sí que ha dicho para demostrar que no hay riesgo que reitere el delito es que "es diputado de nueva elección", por lo tanto, nada de lo que aprobó el Parlament en la anterior legislatura ha tenido nada que ver con él.

También ha expuesto que nunca ha recibido "instrucciones judiciales" y, por lo tanto, "no puede haber desobediencia". Jordi Sànchez también ha tratado de argumentar que él no tiene un "liderazgo carismático" como le atribuye al magistrado Pablo Llarena. Y ha matizado que si fuera eso, querría decir que sus decisiones en la ANC no se discuten y eso nunca ha sido así.